Los facultativos tildan el proyecto de mercantilista
Entre los profesionales de la sanidad islandesa, sólo la Asociación de Enfermeras es partidaria de la cesión a DeCode Genetics de los archivos médicos de la población para la elaboración de un fichero genético que permita investigar las enfermedades hereditarias. Las enfermeras ven en el proyecto la creación de nuevos puestos de trabajo y mejores salarios. Sin embargo, ya desde el mes de abril, cuando se conoció el acuerdo alcanzado entre DeCode Genetics y Hoffmann-La Roche para trabajar juntos, la comisión islandesa de ética informática, la Orden de Médicos y la Asociación de Industrias Farmacéuticas expresaron públicamente su oposición a la explotación del fichero médico central del país por parte de empresas privadas.Los médicos consideran que la presencia de la industria privada recortará las ayudas a las instituciones de investigación públicas. Es el caso, por ejemplo, del Instituto del Cáncer de Islandia, que ha realizado notables investigaciones sobre el carácter hereditario de la enfermedad y ahora teme quedarse sin financiación.
Los adversarios han llegado a hacer pública la carta que Sequana, una sociedad médica favorable al proyecto, dirigió en 1995 al director de DeCode, y en la que se citaba el "gran interés que para las empresas farmacéuticas" supone trabajar con los datos de una "población caucasiana".
La mayor parte de los sectores contrarios al proyecto denuncian "los riesgos de que se comercialice". Eirikur Steingrimsson, médico e investigador de la Universidad de Islandia, afirma: "La empresa DeCode anunció este último verano que había identificado el gen de la esclerosis en placas, y en noviembre, el de la endometriosis, responsable de la esterilidad femenina, para conseguir 700 millones de coronas. Pero esos anuncios no han ido acompañados de ninguna prueba".
"Un aventurero"
Incluso han surgido voces airadas en el seno de la propia DeCode. El psiquiatra Ernir Snorrason -socio fundador y hoy en día segundo accionista- califica a Kari Stefansson, el director, como "un aventurero metomentodo que ha vuelto de Estados Unidos a Islandia en busca de fortuna, tras perder su trabajo en la Universidad de Harvard".Los parlamentarios conservadores han apoyado el proyecto todo el tiempo. "El hecho de que DeCode sea una empresa privada sume en el terror a una profesión médica insegura", afirma el diputado conservador Ingi Olrich, que identifica a los médicos con "los mismos que ayer se oponían a la adhesión de Islandia al mercado europeo".
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