Nueva luz sobre el universo recóndito
Las imágenes tomadas con el telescopio europeo VLT, recién estrenado en Chile, demuestran su alta calidad
Una región de la Vía Láctea en la que se acaban de formar estrellas y muestra toda su belleza tras un velo de gas y polvo, una galaxia elíptica lejana, un anillo de Einstein, un grupo de galaxias del universo joven y objetos helados del cinturón de Kuiper en los suburbios de nuestro Sistema Solar, son los blancos elegidos por los astrónomos que están probando el nuevo telescopio gigante europeo VLT, en Chile, con la primera cámara (la ISAAC) diseñada por el Observatorio Europeo Austral (ESO). Las imágenes obtenidas son excepcionales, coinciden los astrónomos.La emoción está servida, ya que es el primer telescopio del mundo con un espejo principal hecho de una sola pieza delgada de ocho metros de diámetro y, aunque sus diseñadores estaban convencidos de que sería un instrumento de calidad sobresaliente, nunca se está seguro hasta que se prueba. Enseguida empezará la investigación de facetas del universo desconocidas.
El periodo de verificación científica del VLT (Very Large Telescope), o, más bien, el primero, y único estrenado por ahora, de los cuatro telescopios gigantes que forman este observatorio óptico e infrarrojo (el mayor del mundo), se realizó el pasado verano con una cámara de pruebas. Los resultados de esos ensayos se hicieron públicos la semana pasada.
El 14 de noviembre se instaló la ISAAC (Infrared Spectrometer And Array Camera) en el VLT y las primeras imágenes demostraron ya la excelente definición que logra tanto el instrumento como el telescopio, y la alta calidad astronómica de Cerro Paranal (Chile), donde está el nuevo observatorio de ESO, han informado los responsables. En las noches sucesivas se lograron imágenes aún mejores (con resolución de 0,45 segundos de arco) y en exposiciones relativamente cortas. Además, estas observaciones se han hecho ya con el nuevo sistema de control electrónico y transmisión de datos del VLT, una de las bazas fuertes de esta instalación.
Estrellas, gas y polvo
La imagen más espectacular de las hechas públicas por ESO es de una región de la Vía Láctea, denominada RCW38, situada a 5.000 años luz de distancia de la Tierra, en la que se acaban de formar estrellas en nubes de gas y polvo que todavía son oscuras para la parte de luz visible del espectro electromagnético, pero que son relativamente transparentes en infrarrojo. La radiación difusa que se observa "es una mezcla de luz estelar esparcida por el polvo y el gas y las líneas de emisión del hidrógeno atómico y molecular", explican los astrónomos. "Es la foto en infrarrojo más impresionante" jamás publicada y es única, ha dicho Richard West, de ESO.La investigación del cielo va deprisa, como demuestran los científicos que trabajan con el VLT, aún en pruebas. Uno de sus primeros blancos ha sido una galaxia identificada en la observación de Campo Profundo, en la bóveda celeste del Hemisferio Sur, hecha con el telescopio espacial Hubble. Se trata de una galaxia elíptica muy lejana que corresponde al cosmos cuando tenía una quinta parte de su edad actual. Esta observación apunta a uno de los asuntos candentes de la cosmología actual: cuándo y cómo se formaron las galaxias elípticas, ya que hasta ahora los datos acerca de galaxias con esta forma en el cosms joven eran poco fiables. Los análisis de luz obtenidos con el VLT cuadran muy bien con los datos obtenidos por el Hubble y son consistentes con la hipótesis de que se trata de una galaxia elíptica muy alejada, demostrando, además, la eficaz compenetración de diferentes telescopios.
Otra de las primeras joyas cosechadas por el nuevo telescopio europeo es un anillo de Einstein, un efecto de lente gravitacional en que una galaxia deforma la luz procedente de otra más lejana magnificándola en un factor 10. Este anillo fue descubierto en 1995, pero la imagen era muy débil, mientras que el VLT, con su gran capacidad captadora de luz ofrece una imagen mucho más clara.
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