"Espero alguna señal de Cuba"

"Señor presidente, si la política de compromiso constructivo es correcta para China, ¿por qué no para otros países como Cuba?", fue la última pregunta que los periodistas hicieron a Bill Clinton en Hong Kong antes de que el presidente se embarcara en el Air Force One y regresara a Washington."Cada uno debe ser juzgado por sus actos", respondió Clinton. "Le recuerdo que en el caso de Cuba hemos intentado de buena fe en más de una ocasión establecer relaciones con ese país que pudieran desarrollar el tipo de movimiento recíproco que estamos viendo respecto a China. Estábamos haciendo progresos en ese sentido cuando varias personas, entre ellas ciudadanos estadounidenses, fueron derribadas en el aire [mientras volaban en avioneta], asesinadas. Eso llevó a la aprobación de la ley Helms-Burton".

"Después, tras la visita del Papa a Cuba", prosiguió Clinton , "adopté algunas medidas, todas las que podía bajo la ley Helms-Burton, para incrementar los contactos personales con Cuba, reforzar a la iglesia como un instrumento de la sociedad civil y enviar el mensaje de que no quiero que EEUU esté separado para siempre del pueblo de Cuba".

"Creo", concluyó el presidente norteamericano antes de abandonar Hong Kong, "que tenemos algunas opciones más y creo que Cuba es un caso, porque está próximo a casa y por la posición que ocupa en la región, en que nuestra política tiene grandes posibilidades de éxito. Pero uno debe tener paciencia con cualquier política que adopte y esperar que triunfe a largo plazo. Nada me gustaría más que recibir alguna señal de que Cuba está deseando ser más abierta, más libre y más democrática, y deseando trabajar con el resto del hemisferio para un futuro común. Todos los países de nuestro hemisferio menos Cuba son democracias y nada me gustaría más que ver algún acercamiento entre los pueblos de nuestros dos países, especialmente por la fuerte población cubano-americana de Estados Unidos".