«No tengo ADN de babuino»
, «No tengo en mi organismo ADN de babuino», dice Jeff Getty. Y si para algún ser humano tiene sentido tal afirmacion es para este hombre de 38 años que, en 1995, recibió médula osea de babuino en un trasplante de tejido interespecies cuyo objetivo, más que tratar el sida que padece, era averiguar si el experimento era peligroso. «Nunca hemos encontrado una enfermedad de babuino en mi cuerpo. El trasplante fue un éxito puesto que demostramos lo que pretendíamos: que es seguro», afirma Getty, hablando en plural de los resultados, lo que muestra que se siente parte del equipo responsable de la operación y no un mero paciente.Getty participó en una sesión dedicada a xenotrasplantes en la reunión de este año de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS), celebrada en Filadelfia (EE UU). Junto a él, la médica que lideró el experimento: Suzanne Ildstad. «Los beneficios potenciales de esta técnica para la humanidad son enormes en comparación con los riesgos, que son infinitesimales. Debemos proceder con cautela, pero hay que seguir adelante», dijo ella.
Desde la operación, Getty ha pasado malos tragos debido al rechazo social, incluso le han llegado a tirar plátanos. Para él , el impacto sociológico que supone cruzar la línea interespecies e introducir órganos o tejidos de animales en humanos es «una barrera psicológica» más que científica, de ahí la polémica. «¿Quien recibe un trasplante toma los atributos del donante? ¿Un cura se convierte en un criminal si recibe un hígado de un asesino? ¡Es absurdo!», ironizó Getty. Se autodefinió como «sida-activista» y «xeno-activista», entusiasta defensor de estos experimentos biomédicos «que pueden ayudar a mucha gente».
Los xenotrasplantes abren la puerta a una solución para el problema de la acuciante escasez de órganos para trasplantes, dijo Ildstad. Con el experimento se perseguía otro beneficio potencial: la resistencia ante determinadas enfermedades. Ildstad explicó que las especies no humanas son resistentes a la infección por VIH, y querían ver si con el trasplante de médula ósea de un babuino podían lograr una reconstrucción inmunológica en un paciente avanzado de sida, Getty, produciendo en su organismo células inmunes a la infección por VIH1. No se pudo verificar este punto. El cuerpo de Getty rechazó en dos semanas el tejido trasplantado. «Honestamente no puedo afirmar que sobrevivo gracias al trasplante, no sé si se debe a las células de babuino o a la intensa quimioterapia y radioterapia que recibí», comentó este enfermo de sida que en aquel entonces había desarrollado resistencia a los medicamentos y que estaba en una situación clínica desesperada. Ahora su estado de salud, estabilizado durante un tiempo, está empeorando.
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