Pinochet pone fin a su carrera Militar en medio de una gran polémica por su llegada al Senado
Se cierra un ciclo. En Chile y en América. El general Augusto Pinochet Ugarte pone hoy fin a 65 años de carrera militar y se dispone a estrenar mañana, en medio de una gran polémica política, su nuevo cargo de senador vitalicio. Ayer se despidió del presidente Eduardo Frei en la octava y última reunión oficial entre ambos líderes desde marzo de 1994. La cúpula de la Democracia Cristiana (DC), el principal partido de la coalición gubernamental, debatía a última hora sobre la conveniencia de presentar mañana una acusación constitucional contra el ex dictador.
EVIADO ESPECIAL
La de ayer fue una jornada de despedidas. Pinochet se reunió con el cuerpo de generales, firmó las actas del cambio de mando del Ejercito y condecoró a su sucesor, el general Ricardo Izurieta, con la Cruz de la Victoria y le entregó el bastón de mando institucional. Posteriormente, Izurieta abandonó su cargo de jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional en una ceremonia presidida por el ministro de Defensa, Raúl Troncoso. Una hora más tarde, Pinochet entraba en el Palacio de la Moneda para el último adiós al presidente de la República.Hace 24 años y seis meses, el 11 de septiembre de 1973, ese mismo palacio cambió la historia de Pinochet y la de todo Chile. Un cruento golpe de Estado, encabezado por este general que juró lealtad a la Constitución, derrocó al presidente Salvador Allende. La Moneda quedó en llamas, y el país, en manos de un dictador.
Mientras en la Escuela Militar se ultimaban ayer los preparativos de la ceremonia de traspaso de mando, a la que asistirán 1.500 invitados, en la sede de la Democracia Cristiana había gran agitación. El peso específico del presidente Freí dentro de su partido ha sido puesto a prueba por la acusación constitucional contra Pinochet propuesta por cinco diputados.
El presidente comprende
Frei dijo el jueves que comprende los sentimientos de muchos chilenos al ver a Pinochet jurar como senador no electo, pero subrayó su voluntad de "preservar la paz y la convivencia" en una democracia "con limitaciones e imperfecciones que aún debemos corregir" y rechazó la acusación constitucional.El llamamiento del presidente provocó fisuras en las filas de la coalición gubernamental (Concertación). Mientras el Partido Socialista, por boca de su presidente, Camilo Escalona, dijo que "un juicio político es justo y necesario a Pinochet", el Partido por la Democracia (PPD) apoyó a Frei y desechó la iniciativa.
La división es patente en el interior de la DC. No está claro que Frei mantenga el control: los diputados que proponen la acusación se mantienen firmes, mientras otro sector del partido sostiene que no tiene sentido en estos momentos.
La reunión del consejo directivo de la DC culmina un largo proceso iniciado el 3 de enero, cuando los cinco diputados anunciaron la acusación. La propuesta causó gran revuelo en las filas democristianas y malestar en el Ejército. Pinochet retrasó la fecha de su retirada, que había comprometido para el 26 de enero.
La acusación, apoyada por todos los diputados socialistas (11), al menos cinco democristianos y uno del PPD, Guido Girardi, está basada en que Pinochet, "con sus dichos y actuaciones posteriores al 11 de marzo de 1990, rompe la obligación constitucional de todo general de no ser deliberante e incurre en materias abiertamente políticas, comprometiendo el honor y la seguridad nacional". En la práctica, la acusación no supone un juicio político al dictador (1973 a 1990), puesto que la inculpación sólo cubre la transición, de 1990 a 1998.
Algunos dirigentes de la DC contemplaban la idea de postergar cualquier decisión a la espera de que se produzca el cambio de mando del Ejército, adelantó el presidente de la Juventud de la DC y diputado, Patricio Walker. Un nuevo aplazamiento colocaría a los democristianos y al Gobierno en una posición incómoda, al aparecer, en el fondo, defendiendo a Pinochet, para olvidarlo.
En Santiago, una caravana de vehículos recorrió las calles en una acción de protesta. Frente a la Biblioteca Nacional, el PPD realizó un mitin bajo el lema "Chile, de luto. Pinochet divide el país", y en algunas poblaciones (barrios pobres de la periferia) se colocaron velas. Los pinochetistas, mujeres en su mayoría, se manifestaron frente a la Embajada de EE UU con pancartas que rezaban: "Gracias, general".
Todos los actos de repudio y apoyo a Pinochet han sido autorizados y se ha reforzado la vigilancia policial, especialmente en torno al Palacio de la Moneda, el edificio de las Fuerzas Armadas y la sede del Parlamento, en Valparaíso. Los carabineros reprimieron anoche una pequeña manifestación cuando Pinochet llegaba a La Moneda para entrevistarse con el presidente Eduardo Frei.
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