Clinton propone a la ONU crear un tribunal permanente sobre crímenes contra la humanidad

Bill Clinton propuso ayer, en la apertura en Nueva York de la 52ª Asamblea General de Naciones Unidas, la creación "antes de fin de siglo de un tribunal internacional permanente para juzgar los crímenes contra la humanidad". Una institución semejante existe en la actualidad, pero tan sólo para juzgar los crímenes cometidos en la antigua Yugoslavia. El presidente norteamericano también informó. que ha enviado al Senado para su ratificación el tratado de prohibición de las pruebas nucleares y pidió a la ONU que acepte la fórmula de compromiso para que Washington pague sus deudas.

Tras el final de la guerra fría y la bipolarización de la política y de sus problemas, Clinton denunció como los principales desafíos actuales para la seguridad colectiva del planeta la existencia de las mafias, el narcotráfico, la proliferación de armas de destrucción masiva y el terrorismo. En este último punto, el presidente fue claro: "Existe un consenso internacional creciente sobre la idea de que el terrorismo es siempre un crimen y jamás un acto político justificable", dijo. El mensaje es aplicable en multitud de zonas del mundo. Desde Oriente Próximo a Irlanda del Norte o España.En su quinta intervención como presidente de Estados Unidos ante la Asamblea General, Clinton subrayó que el gran fenómeno positivo de este final del segundo milenio es que "la era de la información, con sus ordenadores y satélites, está abatiendo las barreras humanas, comerciales y financieras". Y esto, a juicio del líder norteamericano, posee enormes ventajas prácticas.

Nunca el planeta, subrayó Clinton, ha tenido tantas oportunidades para que rijan universalmente los valores de la democracia, los derechos humanos y " el mercado libre sin abandonar el contrato social". Pero el "miedo" al cambio también alimenta reacciones peligrosas, y citó como las principales "el proteccionismo, el nacionalismo y las rivalidades étnicas, culturales y religiosas".

El presidente norteamericano informó de que ha enviado al Senado para su ratificación el tratado internacional dé prohibición de las pruebas nucleares, que él firmó hace un año. "Ese tratado", dijo, "ayudará a impedir que las potencias nucleares desarrollen armas aún más peligrosas y limitará las posibilidades de que otros Estados adquieran esos artefactos".

Un poderoso grupo de senadores republicanos librará, no obstante, una dura batalla contra la ratificación, argumentando que EE UU debe reservarse el derecho a efectuar pruebas reales (y no quedar reducido a simulaciones por ordenador) de sus armas nucleares. Un ejemplo de este ambiente antirreduccionista fue la decisión estadounidense, tomada bajo la firme presión del Pentágono, de no firmar en Oslo el borrador del tratado de prohibición de las minas antipersonas por razones de seguridad.

Clinton rindió un homenaje al magnate de la comunicación Ted Turner, fundador de la cadena CNN -al que llamó "ese visionario norteamericano"- que la pasada semana anunció que va a donar a la ONU 1.000 millones de dólares (unos 150.000 millones de pesetas) a lo largo de los próximos 10 años. Y aprovechó la ocasión para abordar el espinoso asunto de los 1.500 millones de dólares que, según la ONU, debe Estados Unidos a la organización. "Este año", dijo, "tenemos la oportunidad de dejar atrás de una vez por todas la cuestión de las deudas".Clinton recordó que la Casa Blanca y el Congreso ya han acordado pagar una parte importante de la deuda norteamericana, pero con condiciones. Esas condiciones son el adelgazamiento de la burocracia de la ONU -Clinton declaró ayer que apoya "el liderazgo y las reformas" del secretario general, Kofi Annan- y que la contribución norteamericana (la mayor de todos sus miembros) se reduzca del 25% al 20%, Clinton pidió que se acepten esas condiciones.

Clinton se declaró partidario de la pronta ampliación del Consejo de Seguridad sin entrar en detalles. Meses atrás, Bill Richardson, embajador norteamericano en la ONU, propuso la incorporación de cinco nuevos, miembros permanentes: Japón, Alemania y tres grandes países en desarrollo a determinar de África, América Latina y Asia.Reforma del Consejo

La propuesta norteamericana de reforma del Consejo de Seguridad -cuyos cinco miembros permanentes son, desde la fundación de la ONU, Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido- no ha logrado hacer avanzar las cosas. Los "países emergentes" no se ponen de acuerdo sobre quién debe representarles en la nueva estructura permanente del Consejo. Tampoco está claro si los nuevos cinco miembros permanentes tendrían o no derecho a veto. Y por último, los grupos de presión italianos en Estados Unidos han lanzado una campaña para apoyar la petición de Roma de ser incorporada, junto a Alemania y Japón, al club de los fijos:,

El Reino Unido anuncio ayer una respuesta negativa a la petición de Clinton de "comprensión" con las exigencias norteamericanas en el asunto de la deuda. Robin Cook, su ministro de Exteriores, exigió a Washington que pague lo que debe, como hacen muchos otros países, sin poner más condiciones.