Los olivareros exigen una solución clara
Varios cientos de olivareros españoles desfilaron ayer por un circuito casi turístico, en pleno centro de Amsterdam, bajo la atenta mirada de la policía holandesa, que controla férreamente la ciudad, sin permitir que nadie se acerque ni de lejos a los alrededores del banco central de los Países Bajos, donde se celebra el Consejo Europeo. Sindicalistas y pequeños agricultores y trabajadores del campo,en gira por Europa para protestar por la posible reforma del mercado del aceite que puede afectar gravemente a los 75.000 trabajadores del sector, pidieron al presidente José María Aznar un compromiso más explícito contra la reforma que llegue a poner encima de la mesa, si fuera preciso, el veto de España."Cuando se habla de que el trabajo es el primer problema de la UE, es impresentable que se puedan poner en peligro 46 millones de jornales", afirmó José Fuentes, secretario estatal de empleo de CC OO. Andrés Moya, de la Unión de Pequeños Agricultores, y Cesar Zarrías, consejero de presidencia de la Junta de Andalucía, desfilaron en la manifestación que repartía aceite y aceitunas a los escasos turistas y ciudadanos holandeses que contemplaban una manifestación que coreaba consignas difícilmente comprensibles para los transeúntes.
Los agricultores españoles, que hace unos días en Bonn tuvieron que desfilar de cinco en cinco por imposición de la policía alemana, pudieron comprobar el domingo por la noche la contundencia de la policía holandesa. Trescientos squaters y punkis acabaron en los furgones policiales tras una carga de los antidisturbios, que despejaron las calles del centro.
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