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El Gobierno vasco no considera definitiva la decisión

Un escueto mensaje enviado por fax a la Diputación de Vizcaya comunicó en la tarde de ayer la negativa del Reina Sofía a la petición del traslado del Guernica al Museo Guggenheim de Bilbao. Las escasas posibilidades de conseguir la autorización para instalar el cuadro de Picasso no redujeron "el desencanto y la frustración" que la noticia causó entre los representantes de las instituciones vascas en la Fundación Guggenheim de Bilbao. El diputado general de Vizcaya, el peneuvista Josu Bergara, presidente del comité ejecutivo de la fundación, dijo que la decisión es un triple error, "científico, cultural, y político". Bergara reprochó al Reina Sofía que, impulsado por "intereses tan conservadores", prive a "los ciudadanos vascos y del resto del Estado de ver conjuntamente en una misma exposición el Guernica con otras muchas obras picassianas dispersas por el mundo", tal y como intentaba hacer la Fundación Guggenheim. "No entiendo cómo el Estado español", señaló Bergara en un comunicado remitido desde Nueva York, "ha perdido la oportunidad de solventar su error histórico de no colaboración con este proyecto".La consejera de Cultura del Gobierno vasco, Mari Carmen Garmendia, del PNV, hizo oídos sordos a la rotundidad de la resolución adoptada por el patronato del Reina Sofía y afirmó que "la decisión definitiva es política y depende del Gobierno de Madrid". Garmendia argumentó que la cesión del Guernica al Guggenheim para su inauguración contaba con el apoyo unánime de todos los partidos políticos representados en la Comisión de Cultura del Parlamento vasco.

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El Reina Sofía no prestará el 'Guernica' ni al Guggenheim de Bilbao ni a ningún otro museo

En las filas del PNV, que ha avalado la petición con una campaña ante dirigentes del Partido Popular (PP), el fracaso del intento por alcanzar la vieja reivindicación 'Guernica, Gernikara (El Guernica, a Gernika) cayó como un jarro de agua fría y fue considerada un error político y cultural".

El alcalde de Gernika y diputado del PNV, Eduardo Vallejo, no ocultaba su indignación ante el revés sufrido. "Las razones técnicas son disculpas peregrinas", dijo Vallejo. "Esconden un trasfondo político: dicen que no puede venir a Euskadi porque interpretan que sería un logro para el nacionalismo vasco". En la misma línea, el portavoz de la ejecutiva del PNV en Vizcaya, Íñigo Urkullu, subrayó que los argumentos del Reina Sofía "nada tienen que ver con la cultura".

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