El discurso de García Nieto destaca que "Dios, el amor y el paisaje patrio" definen su poesía
Esperanza Aguirre reitera su compromiso de impulsar las humanidades en la enseñanza
El más puro clasicismo marcó ayer la entrega del Premio Cervantes, y no sólo por el bellísimo escenario del paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares. Clasicismo en la poesía del premiado, José García Nieto; en los discursos y las citas; en la habitual actuación de la tuna, y en la nómina de asistentes a la ceremonia del más importante galardón de la literatura en español. Por enfermedad de García Nieto, que asistió al acto en silla de ruedas, leyó el discurso de agradecimiento el poeta Joaquín Benito de Lucas, quien destacó que "Dios, el amor y el paisaje patrio" son los pilares de la lírica del premiado.Poeta surgido en plena posguerra dentro de una corriente neoclásica, director de revistas literarias como Garcilaso, Poesía española y Mundo hispánico, José García Nieto (Oviedo, 1914) fue elegido miembro de la Real Academia Española en 1982 y ha sido distinguido con una larga relación de premios hasta llegar a la concesión del Cervantes. Su candidatura fue apoyada incondicionalmente por Camilo José Cela, anterior galardonado -quien, junto con Antonio Buero Vallejo, fue el único premio Cervantes que asistió al acto presidido por los Reyes y por la ministra de Educación y Cultura, Esperanza Aguirre-.
Joaquín Benito de Lucas, amigo y antólogo del premiado, alternó su glosa con opiniones y testimonios del propio García Nieto, como 1a poesía es una forma total de vida y una forma de conocimiento" o "la misión de los poetas no es abrir los caminos del odio sino del amor". Por el discurso desfilaron Miguel de Cervantes y Garcilaso de la Vega, en primer plano; pero también otros líricos admirados por el premiado como san Juan de la Cruz, Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez o Antonio Machado.
Las referencias a Cervantes, a don Quijote y a Sancho Panza también salpicaron el discurso de Esperanza Aguirre, quien resaltó "la voluntad integradora, la perfección formal de su poesía y la incansable actividad al frente de empresas poéticas" de José García Nieto. Pero la ministra no desaprovechó la ocasión para lanzar un mensaje político: "Reitero mi convencimiento de la importancia del estudio de las humanidades y mi compromiso para revalorizarlas en las escuelas e institutos españoles".
Con anterioridad, Aguirre había manifestado que "para alcanzar el placer que proporciona el dominio de la lengua y el conocimiento de la literatura española es necesario un cierto esfuerzo que nadie puede hacer en lugar del alumno". "Ese esfuerzo", añadió la ministra, "no conoce atajos, pasa por el correcto conocimiento de la ortografía y de la gramática españolas".
El Rey también aludió a la preocupación por el futuro de la lengua, debatido recientemente en el congreso de Zacatecas (México), y señaló que el español "amplía con renovado aliento sus fronteras en áreas tan vitales como la de Estados Unidos" y que es cada vez "más valorada en los sistemas educativos de otros países, en el mundo de los negocios y en el universo de los medios de comunicación".
Tras subrayar que el clasicismo de García Nieto "no es erudición ni apego a fórmulas ya hace tiempo superadas, sino que consiste en un respeto profundo a la esencia más íntima del idioma", don Juan Carlos apeló a fortalecer y actualizar la lengua "desde el trabajo de las academias, la imaginación de los poetas, la audiencia de los creadores de ficción, el testimonio de los pensadores, la concisión del periodista y el habla coloquial". El Rey pidió prestado un verso de Garcilaso de la Vega para concluir su intervención: "En esto estoy y estaré siempre puesto".
La presencia de escritores y editores fue menor que en ediciones anteriores. Además de Cela y Buero Vallejo, asistieron el director general del Libró, Fernando Rodríguez Lafuente; el director de la Real Academia, Fernando Lázaro Carreter; académicos como Víctor García de la Concha y Alonso Zamora Vicente, o poetas como Claudio Rodríguez.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.