Miguel Sáenz, premio Nacional de Traducción de Austria
Miguel Sáenz, traductor de la obra de Thomas Bernhard, ha sido galardonado con el Premio Nacional de Traducción de Austria, dotado con 1.200.000 pesetas. "Traducir me gusta porque es la forma más atenta e intensa de leer, además da el placer de escribir sin el dolor del que tiene que crear algo completamente nuevo", declaró ayer el galardonado. "El texto es la partitura, traducir es como interpretar música", dijo Miguel Sáenz durante el acto de concesión del premio, celebrado en la sede del Gobierno de Austria.De profesión jurista y traductor en organismos internacionales, Sáenz siempre ha podido elegir las obras literarias que ha traducido del alemán al castellano, porque no dependía económicamente de este oficio. El primer libro que tradujo fue Carta breve para un largo adiós, de Peter Handke. Actualmente está preparando la novela Es cuento largo, del alemán Günter Grass, y colabora como dramaturgo para la obra de teatro Las presidentas, del joven austríaco Werner Schab, que se estrenará en diciembre en él Círculo de Bellas Artes, de Madrid.
Los lectores españoles conocen casi la totalidad de la obra de Thomas Bernhard gracias a Miguel Sáenz, quien recientemente publicó un libro sobre el polémico autor austríaco. "Se preocupaba muy poco de sus traducciones, para él éstas tenían muy poco que ver con el original", señala Miguel Sáenz. "Por el contrario, Günter Grass da importancia al trabajo del traductor porque sabe que será lo único que otros países conocerán de su obra".
Respeto del original
Sáenz respeta al máximo en su trabajo el texto original y opina que no es el camino ideal "españolizar demasiado al autor extranjero". "Esa otra mentalidad debe quedar reflejada en su lenguaje. Se puede importar un estilo que quizás no se le hubiera ocurrido nunca a un español y que a su vez repercute en el idioma castellano".
En autores españoles actuales como Javier Marías, Félix de Azúa o Fernando Savater, el traductor percibe influencias de Bernhard. Además de 22 libros de, Thomas Bernhard, Sáenz también tradujo a los austríacos Arthur Schnitzler y Joseph Roth, así como diversas cartas del compositor Mozart: "Dminaba la escritura con maestría. Si no se hubiera dedicado a la música, Mozart hubiera sido un gran literato", afirma.
La literatura austriaca es, según Miguel Sáenz, muy difícil de definir "porque incluso los austríacos no se ponen de acuerdo sobre el tema. Para ellos, desde Kafka a Canetti, pasando por cualquier autor que haya vivido un ano en Austria, son todos escritores austríacos". En la ciudad de Weimar hace un mes, el traductor español recibió también el Premio Goethe, otorgado por méritos a favor de la difusión de la cultura alemana.
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