Los partidos de Chile se unen a Aylwin frente a los militares
Dirigentes de los partidos oficialistas visitaron ayer al ex presidente Patricio Aylwin en su domicilio para expresarle su solidaridad frente a la dura declaración con que el cuerpo de generales del Ejército replicó a afirmaciones suyas hechas en una entrevista al diario mexicano Excelsior, en la que criticó a los militares y a Augusto Pinochet.Aylwin admitió en esa entrevista haberse equivocado "medio a medio" en su valoración de los militares, cuando él era opositor al Gobierno del socialista Salvador Allende, depuesto por el golpe de Estado de 1973. La polémica cobró más cuerpo, pese a que un portavoz del Gobierno negó que haya tensión cívico-militar, porque el país vive, según él, "un momento de plena y total normalidad institucional".
La inesperada respuesta del cuerpo de generales a las apreciaciones de Aylwin, en las que formuló una autocrítica por haber confiado en que los militares restaurarían pronto la democracia y que respetarían los derechos humanos, abrió un nuevo conflicto en la difícil convivencia entre civiles y militares.
Frente a la posibilidad de que Pinochet fuera sentado ante un tribunal de Núremberg, Aylwin respondió: "Quien dirige un Gobierno con poderes omnímodos en que se cometen los crímenes ocurridos, durante la época de Pinochet, no podría evitar que su responsabilidad sea dilucidada y creo que, si no lo será ante los tribunales, lo será ante la historia".
Fueron estas afirmaciones las que molestaron a los generales, que las consideraron como "inadmisibles, agraviantes y altamente ofensivas" para el Ejército y su jefe, el general Augusto Pinochet. Según ellos, Aylwin cometió una "imprudencia e injusticia incalificables", y le faltó "objetividad y sano juicio histórico". El jefe de la Armada, el almirante Jorge Martínez, también criticó al ex presidente y recordó que las Fuerzas Armadas cumplieron el itinerario constitucional para entregar el poder.
En la noche del martes, el Ministerio de Defensa afirmó que le advirtió al Ejército de la inconveniencia de expresar su malestar a través de un comunicado público. Un dirigente socialista recordó que según la Constitución los militares no pueden intervenir en política. Y, si desean hacerlo, "tienen que dejar el uniforme". Parlamentarios democristianos cuestionaron la demostración de intolerancia del episodio y el Partido Comunista valoró la honestidad de Aylwin y dijo que sus palabras "derriban la presunta legitimidad del golpe" que derrocó a Allende.
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