El contingente español ya esta listo para ir África, pese a la incertidumbre internacional

El contingente de hasta 450 militares ofrecido por España para la crisis de Zaire está listo para su salida inmediata, pero no se sabe todavía cuando, hacia dónde, para qué, ni de la mano de quién. Las declaraciones de los responsables políticos españoles sobre un despliegue inminente tropieza con la incertidumbre que sigue rodeando la decisión de la comunidad internacional sobre aspectos esenciales de la operación. Lloyd Axworthy, ministro de Exteriores de Canadá, el país que encabeza la fuerza multinacional, dio a entender ayer que la orden de partida "es cuestión de días".

El retraso ha permitido, al menos, que la vacuna contra la fiebre amarilla que recibieron los soldados españoles hace dos semanas vaya a ser plenamente efectiva cuando lleguen a la zona, soslayando así uno de los riesgos de una salida precipitada.El Ejército mantiene en alertada a una compañía del tercio Alejandro Farnesio de la Legión, con sede en Ronda (Málaga), integrada por hasta 200 efectivos, sobre la que recaería el peso de la contribución española. No se ha decidido todavía si estaría dotada de blindados medios sobre ruedas o de vehículos todoterreno y es posible, incluso, que finalmente les sustituyeran sus compañeros de la Bandera de Operaciones Especiales de la Legión (BOEL), también acuertelados en Ronda, si la misión así lo aconsejara.

Igualmente, está preparada una sección de ingenieros y una unidad de apoyo logístico de la Brigada Legionaria, con base en Almena, asi como el Escalón Médico Avanzado del Ejército de Tierra (Emat) con sede en Madrid y elementos de transmisiones e inteligencia de la Fuerza de Acción Rápida (FAR). En total, unos 400 militares, que se elevarían a 450 si se envía la Escuadrilla de Apoyo al Despliegue Aéreo del Ejército del Aire, lo que depende de que las tropas españolas vayan destinadas o no a un aeropuerto. La única decisión adoptada el fin de semana en Stuttgart (Alemania) por los representantes militares es la instalación, en el momento en que haya luz verde política, del cuartel general de la operación en Uganda.

Fuentes del Ministerio de Defensa español señalan que el contingente de Estados Unidos se encargará previsiblemente de la ayuda a los refugiados repatriados a Ruanda, mientras que los franceses, rechazados por las autoridades de Kigali, actuarían en Zaire. A pesar de sus deseos iniciales, las tropas españolas, que por su entidad (compañía reforzada) deben integrarse en una unidad superior, acabarían, según estas previsiones, instalándose en Zaire, dentro del contingente, europeo. La misión principal contemplada en los últimos planes es el establecimiento de un puente aéreo y la protección a la distribución de la ayuda por parte de ONGs, descartándose la idea inicial de abrir, incluso por la fuerza, corredores humanitarios.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores español, Abel Matutes, matizó ayer a su secretario de Estado de Cooperación Internacional, Fernando Villalonga, sobre el mandato de la fuerza militar internacional en Zaire, informa Xavier Vidal-Folch desde Bruselas. Villalonga se había manifestado el pasado día 22 completamente a favor de "desarmar a todas las guerrillas" que actúan en la región. Matutes dijo ayer que la misión de la fuerza "es puramente humanitaria y políticamente neutral. Políticamente es impensable la ampliación del mandato".