La campaña electoral paraliza una iniciativa de EE UU en Zaire

La Administración norteamericana, en vísperas de las elecciones presidenciales, se limita a alentar gestiones diplomáticas en la crisis de Zaire y a llamar a los protagonistas del conflicto a que detengan las hostilidades y permitan que la ayuda llegue a los refugiados. En un tipo de declaración semejante, el Consejo de Seguridad de la ONU ha pedido un alto el fuego y reclamado a la comunidad internacional que articule una respuesta urgente a la situación de los refugiados.En Estados Unidos, a pesar de las imágenes de televisión y de que el presidente Bill Clinton mencionó el conflicto entre hutus y tutsis en uno de sus mítines, el momento electoral aleja cualquier posibilidad de que se tomen medidas en favor de una intervención, sin contar con que todavía están muy presentes en la memoria del país los marines norteamericanos muertos en la desafortunada operación de Somalia. Nicholas Burns, portavoz del Departamento de Estado, se ha limitado a anunciar el respaldo de EE UU a la conferencia regional africana convocada para el próximo martes en Nairobi.

Dicha, conferencia corre el serio peligro de nacer muerta. El Gobierno de Zaire anunció ayer su "categórico rechazo a participar en cualquier reunión sobre los acontecimientos del este [la zona de los Grandes Lagos] mientras los agresores no se hayan marchado", una clara alusión a Ruanda, que apoya a los rebeldes tutsis banyamulenges. Asimismo, la Organización de Estados Africanos (OUA) salió ayer al paso de recientes declaraciones de dirigentes ruandeses para recordar "la necesidad de respetar el principio fundamental de la integridad territorial de los Estados miembros y la inviolabilidad de las fronteras". La OUA teme que la discusión de las fronteras coloniales, consagradas por la Conferencia de Berlín (1884-1885), suponga abrir una auténtica caja de Pandora en el continente africano.

Bums, que describió la situación en el este de Zaire como "terriblemente confusa y compleja", señaló que el embajador de EE UU en Kinshasa está haciendo gestiones ante Zaire y Ruanda para parar las hostilidades y que se ha detectado, además de la acción de las milicias, la actividad del Ejército regular de Ruanda.

El embajador de Canadá en EE UU, Raymond Chrétien, enviado especial de la ONU, mantendrá diversas entrevistas hoy en el Departamento de Estado. Tras estas gestiones, Chrétien viajará a Suiza para ver al presidente de Zaire, Mobutu Sese Seko. El Consejo de Seguridad, que en un primer momento había previsto la salida urgente de Chrétien hacia la zona, cambió en su último texto la expresión "inmediatamente" por la de "tan pronto como sea posible". El Consejo no fue más allá de pedir el alto el fuego y la movilización internacional.

El ex presidente español Felipe González declaró ayer a Antena 3 Televisión su temor a que la reacción internacional se produzca dentro de tres meses, "cuando haya 300.000 muertos". González urgió a la Unión Europea (UE) para que reclame al Consejo de Seguridad una resolución que permita la intervención. El coordinador de Izquierda Unida, Julio Anguita, pidió al presidente José María Aznar que España inste a la comunidad internacional a intervenir militarmente en Zaire. El ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, aseguró ayer que el Gobierno español pedirá una gran cumbre de la UE, E E UU, Rusia y la Organización de la Unidad Africana para estudiar una intervención armada, si la reunión de Nairobi no aporta una solución al conflicto.