Duelo artillero entre Runda y Zaire en la frontera

Tropas de Zaire, y Ruanda protagonizaron un feroz duelo artillero en la frontera entre ambos países, en un paso más de la crisis humanitaria y política que azota a la región de los Grandes Lagos, al este de Zaire. Los combates, los más graves desde septiembre, duraron unas dos horas, y se desarrollaron a unos tres kilómetros al sur de la ciudad de Bukavu, según informaron algunos reporteros y otros testigos. "Fue un bombardeo equilibrado y mantenido. Los ruandeses dispararon morteros, armas antiaéreas y artillería pesada", declaró Tony Wende, productor de Reuter Televisión.

Informes independientes señalaban anoche que soldados hutus del antiguo Ejército de Ruanda -hoy dominado por los tutsis- están luchando al lado de las tropas de Zaire. El presidente de este país centroafricano, Mobutu Sese Seko, convaleciente de un cáncer de próstata en Suiza, puso a las regiones del este del país bajo la ley marcial.La tragedia humanitaria, no obstante, continúa agravándose. El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ignora totalmente la situación de los cerca de 600.000 del millón de desplazados hutus de Ruanda y Burundi que huyen de los combates, que libran rebeldes tutsis y el Ejército de Zaire, según afirmó ayer en Ginebra Ruth Marshall, portavoz de esta agencia humanitaria. Marshall añadió que la situación en la zona es "desesperada" dada la escasez de alimentos -en Goma, norte de Zaire, apenas quedan alimentos para una semana- y se teme la pronta aparición de epidemias.

"No tenemos conocimiento alguno de la localización o situación de más de medio millón de personas que han huido de los combates... no tenemos la menor idea de dónde están o cómo están", afirmó Ruth Marshall, quien agregó: "Con una crisis de esta dimensión, no hay solución humanitaria posible. La única solución es claramente política".

Los únicos refugiados a los que ACNUR tiene actualmente acceso se encuentran en los campamentos de Lago Verde y Mugunga, de la región de Goma, cuya población se ha visto abrumada tras la llegada el lunes de casi 200.000 hutus ruandeses que huían del vecino campo de Kibumba, que fue atacado el fin de semana por rebeldes tutsis. En total, los dos campamentos albergan a unas 400.000 personas, incluidos unos 10.000 desplazados zaireños.

ACNUR teme que con la llegada de la estación de las lluvias hagan aparición las epidemias, fundamentalmente de diarrea, disentería y cólera. En los campos de Katale y Kahindo, al norte de Goma, donde. viven 315.000 hutus ruandeses, ACNUR ha recibido informes de combates pero no ha teñido acceso a ellos desde el pasado fin de semana.

Naciones Unidas pidió ayer ayuda a los Gobiernos occidentales para que proporcionen información por satélite que permita localizar al más de medio millón refugiados que vagan errantes por el este de Zaire.