¿Tapadera de intereses?
El Partido Socialista Canario (PSC-PSOE) cree que el tema de la montaña es una tapadera para continuar las extracciones en la zona, según Juani Nicolás Cabrera, actual consejero de Política Territorial y Medio Ambiente en el Cabildo insular majorero.Desde la principal institución de Fuerteventura, se está contra las extracciones y contra la actuación de Chillida, hasta que no se conozca en qué consiste la obra del escultor y se asegure la total protección de los yacimientos arqueológicos, afirma Miguel Sánchez Velázquez (PP), consejero de Cultura. Por el momento, la única información que el Gobierno de Canarias tienen sobre el proyecto de Chillida es la aparecida en EL PAÍS el domingo 30 de julio de 1995.
Según Sánchez, sólo se puede pensar que hay intereses particulares en el rescate de la concesión minera, que ostenta la empresa Cabo Verde y Canterías de Arucas, por parte de empresa pública Saturno, adscrita a la Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias. El consejero de política territorial va más lejos y considera que existe una presunta malversación de fondos públicos y cohecho por parte de los que han cerrado el trato.
Entre tanto, el Gobierno canario, como informaba EL PAÍS el pasado 5 de julio, ha pedido que el fiscal anticorrupción investigue la compra de la concesión minera por la empresa pública Saturno. El PSC-PSOE ha denunciado una larga lista de irregularidades en este trámite, como el pago de más de 1.000 millones de pesetas, opción por la vía cara, porque al parecer se podía haber recuperado por ocho.
Precinto municipal
El Ayuntamiento de La Oliva, municipio donde está situada Tindaya, ha precintado la montaña por falta de licencia y tramita un expediente sancionador de entre 100.000 pesetas y 50 millones.El alcalde del PP y la oposición PSC-PSOE esta vez están de acuerdo. Según Felipe Miranda, portavoz socialista, con esta operación, además de utilizar el nombre de Eduardo Chillida para disimular un atentado contra Tindaya, se está derrochando dinero público. En estos últimos meses se habían acelerado los trabajos de extracción y realizado una pista ilegal.
Al mismo tiempo que se tramitaba la protección de la montaña, el departamento de Minas concedió en 1983 una licencia para explotar la popular piedra de Tindaya, durante un período de 30 años, lo que suponía la destrucción de la montaña. Es por tanto necesaria una indemnización para llevar a cabo la protección. La piedra de Tindaya, una tranquita de gran valor ornamental en la arquitectura, ha sido utilizada para recubrir sobre todo edificios públicos.
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