Las ONG critican la suspensión de la ayuda a Cuba

La confirmación de la suspensión de la ayuda oficial a Cuba, hecha el sábado por el jefe del Gobierno, José María Aznar, sigue suscitando múltiples reacciones. Las últimas en pronunciarse fueron ayer noventa Organizaciones No Gubemamentales (ONG) que manifestaron su rechazo a la interrupción de la cooperación.El presidente de la Coordinadora de las ONG, Luis Arancibia, y su adjunta, Ángeles Yáñez-Barnuevo, se entrevistaron con el secretario de Estado de Cooperación Internacional, Fernando Villalonga, al que adviertieron que las consecuencias de cualquier disminución de ayuda a Cuba serán soportadas por el pueblo cubano y no contribuirán al proceso de dernocratización".

Su interlocutor, según Yáñez-Barnuevo, compartió "algunos de los criterios" de las ONG a pesar de formar parte del Gobierno popular. Reconoció que "el intercambio á través de los programas de cooperación es una manera de ayudar al proceso de apertura del régimen cubano". De ser cierta la actitud atribuida a Villalonga, estaría en contradicción con la posición del ministro de Exteriores, Abel Matutes.

A pesar de las reacciones que provoca, no está claro en cuánto está presupuestada la cooperación con Cuba, ni mucho menos qué partidas van a ser canceladas. Desde el lunes, la Oficina de Información Diplomática ha solicitado a la Secretaría de Estado de Cooperación un documento al respecto, pero ayer, al cierre de esta edición, todavía no lo había obtenido. Tampoco se sabe a ciencia cierta si el reparto de leche en polvo y medicinas, que el Gobierno español entregaba al cubano, será suspendido para que se encarguen de, ello a partir de ahora las ONG.

En referencia a las declaraciones de Aznar del sábado, Josep Antoni Duran Lleída, líder de Unió Democrática de Catalunya, afirmó ayer que "no apoyará ninguna política exterior española que difiera de la actual línea defendida por la Unión Europea". "Tan negativa es una política que decida colaborar con el régimen cubano como aquella que siga los métodos de oposición de la Administración norteamericana".

En su conferencia de prensa conjunta con el vicepresidente de EE UU, Al Gore, el jefe del Gobierno español se abstuvo de criticar la Ley Helms-Burton, que prevé sanciones contra las empresas extranjeras que comercien en Cuba con antiguas propiedades norteamericanas, expropriadas por el régimen de Fidel Castro.