La historia de la polémica reunión de Edmundo González en la Embajada de España en Caracas
El candidato opositor acató la decisión judicial que convalidaba la victoria del chavismo, pero asegura que lo hizo bajo “coacción”, mientras que para el presidente del poder legislativo lo rubricó libremente
A última hora del sábado 7 de septiembre, el candidato opositor venezolano Edmundo González firmó una carta dirigida al presidente de la Asamblea Nacional de su país, el chavista Jorge Rodríguez, en la que el candidato reconoció y acató la decisión del Tribunal Supremo que convalidaba la victoria electoral de Nicolás Maduro el 28 de julio. González calificaba la resolución del órgano judicial, controlado por el chavismo, de “precipitada” y precisaba que no la compartía, pero justificaba su acatamiento “por tratarse de una resolución del máximo tribunal de la República”. La carta, según ratificaba con su firma González, constituía un documento confidencial.
Horas después, el candidato —que, según los datos parciales conocidos, ganó presumiblemente las elecciones presidenciales— volaba a Madrid a bordo de un avión de la Fuerza Aérea española, para recibir refugio en España y solicitar asilo político, agradecía “profundamente” al país su acogida y su protección. El 12 de septiembre, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lo recibió en La Moncloa, por “solidaridad y compromiso humanitario”.
La confidencialidad de la carta firmada en la legación diplomática española la rompieron primero las redes sociales, que la difundieron primero sin mostrar la firma de González, y definitivamente este miércoles el destinatario de la misiva, Jorge Rodríguez, que en una declaración ante los medios la reveló justificándolo en que el abogado del candidato opositor había asegurado que su defendido no había firmado misiva alguna. Según la versión del presidente de la Asamblea Nacional, González no se sintió violentado a rubricarla, sino que “buscó” a las fuerzas oficialistas “para conversar y allí salió su decisión de salir de Venezuela y solicitar asilo en España”.
Pero Edmundo González esgrime que fue coaccionado a suscribir el documento porque, explica, de otro modo el chavismo no le habría concedido el salvoconducto —para él y para su esposa— para abandonar su país con destino a España a pesar de la orden de detención que pendía contra el político opositor, emitida por un juez con competencia en terrorismo horas después de recibir una solicitud de la Fiscalía General de la República, que lo acusaba de “usurpación de funciones, forjamiento de documento público, instigación a la desobediencia de las leyes, conspiración, sabotaje de sistemas y delitos de asociación”.
El candidato unitario de la oposición al chavismo señala que Rodríguez y la vicepresidenta ejecutiva del país, Delcy Rodríguez, se presentaron con el documento en la Embajada de España que él tenía que refrendar para permitir su salida del país. Asegura que no tuvo opción: “O firmaba o me atenía a las consecuencias”. Para González, “hubo horas muy tensas de coacción, chantaje y presiones. En esos momentos consideré que podía ser más útil, libre que encerrado e imposibilitado de cumplir las tareas que me encomendó el soberano. Un documento producido bajo coacción está viciado de nulidad absoluta, por un vicio grave en el consentimiento”. “Como presidente electo (...) no me van a callar”, concluye González en su videocomunicado.
Rodríguez aseguró este miércoles que fueron contactados por interlocutores cercanos a González Urrutia a los efectos de conversar con el presidente Nicolás Maduro sobre el deseo que tenía de abandonar el país. El presidente Maduro lo comisionó a él y a la vicepresidenta ejecutiva del país, Delcy Rodríguez, para entablar esos contactos, que, según el presidente de la Cámara, derivaron en dos en persona y otras por teléfono con el candidato opositor. Fue González quien los invitó a la Embajada de España en Caracas. El ejemplar de la carta mostrada por Rodríguez está firmado por González y por un testigo presencial cuya identidad no reveló el presidente de la Cámara legislativa venezolana. Según el relato del presidente de la Cámara, el permiso de que aterrizara en Caracas el avión de la Fuerza Aérea española lo concedió el país sudamericano tras conversaciones de Delcy Rodríguez con el Gobierno español. Para la líder opositora, María Corina Machado, “el régimen [chavista] obligó a Edmundo [González] a irse; él no quería”.
En una fotografía del encuentro, se aprecia la presencia de los dos altos cargos del chavismo, los hermanos Rodríguez, del candidato opositor y del embajador de España en Venezuela, Ramón Santos. Sobre una mesa, se ve un documento mecanoescrito sobre una carpeta amarilla. Jorge Rodríguez sostiene en su mano otra carpeta también que también contiene otro documento mecanografiado.
La polémica carta y el hecho de que se firmase en la Embajada de España han suscitado acusaciones al Gobierno por parte del PP, que de boca de su vicesecretario Institucional, Esteban González, estuvo “implicado en el Golpe de Estado en Venezuela”. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha negado tajantemente este jueves que España participara en las supuestas negociaciones entre el chavismo y el candidato opositor. “España no tiene absolutamente nada que ver con ningún tipo de negociación, con ningún tipo de documento que haya podido haber entre Edmundo González y el Gobierno de Venezuela”. “El embajador tenía instrucciones precisas de no inmiscuirse en la libertad de Edmundo González”, ha incidido. Preguntado por qué hacían los hermanos Rodríguez, Delcy y Jorge, alto cargos del régimen de Maduro, en la residencia del embajador español, Albares ha apuntado que “cualquier persona que acudiera para entrevistarse con él [en referencia a Edmundo González], cualquiera de ellos, no vino a solicitud del Gobierno de España, ni fue el embajador de España quien les invitó”. Según el abogado de González este jueves en declaraciones a RNE, fue personal diplomático español el que autorizó la presencia de los dos líderes chavistas en la embajada.
Ha sido el propio Edmundo González el que ha confirmado las palabras de Albares. González ha negado “categóricamente” haber sido “coaccionado ni por el Gobierno de España ni por el Embajador español en Venezuela” en un comunicado emitido a última hora de este jueves. “Las gestiones diplomáticas realizadas tuvieron como único propósito facilitar mi salida del país, sin ejercer ningún tipo de presión sobre mí”. El texto difundido por González destaca que el Ejecutivo español se comprometió a garantizar su “seguridad durante el desplazamiento hacia el avión de la Fuerza Armada Española” y también en su llegada a España y añade que las gestiones con España fueron “supervisadas y facilitadas directamente por el ministro de Asuntos Exteriores”, quien aseguró “en todo momento” el “bienestar y libertad de decisión” del candidato opositor, quien reitera su “agradecimiento a las autoridades españolas por su apoyo y compromiso con la protección de los derechos humanos”.
Fuentes oficiales de Exteriores señalaron a última hora de este jueves que este ministerio “reitera que Edmundo González pudo reunirse con quien decidió para gestionar su situación mientras estuvo, a petición propia, en la residencia del embajador de España en Caracas”. “Exteriores aclara que Edmundo González pidió marcharse a España sin trasladar al embajador haber sufrido ningún tipo de anomalía dentro de la residencia. España decidió acoger al líder opositor al constatar que, fuera de la embajada, sus derechos civiles, políticos y humanos corrían peligro”, añaden. Horas antes, fuentes del Gobierno afirmaron que desde Exteriores se han puesto en contacto con González para pedirle que explique este episodio públicamente y que este les ha trasladado que está “muy apesadumbrado” por la polémica, que es un “disparate” la acusación de los populares, y les ha asegurado que lo aclarará.
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