Cantabria quema mil kilos de carne procedente de Irlanda del Norte

La psicosis de la enfermedad de las vacas locas continúa. Ayer, el Gobierno de Cantabria decidió tomar la drástica medida de incinerar mil kilos de carne decomisada procedente de Irlanda del Norte. En Portugal se están haciendo los trámites necesarios para sacrificar de forma inmediata a mil reses por miedo a que puedan propagar la enfermedad. El consumo de bovino sigue bajando en diversos países y la Organización Mundial de la Salud hace ya los últimos preparativos para realizar reunión de emergencia.

Ayer por la mañana, unos mil kilos de carne decomisada procedente de Irlanda del Norte fueron incinerados en el vertedero de Meruelo (Cantabria), informa Lino Javier. La carne de despiece (bolos, pistolas y costillares) había sido intervenida el lunes por los servicios de la consejería de Sanidad del Gobierno de Cantabria y procedía de un importador habitual ubicado en el País Vasco. En la región cántabra el efecto de la enfermedad de las vacas locas ha sido escaso dado que la comunidad se autoabastece en gran medida. No obstante, según José Luis Crespo, del servicio de higiene de los alimentos, los controles se han intensificado.El Instituto de Protección Agroalimentaria portugués ha solicitado a Agricultura el inmediato y preventivo sacrificio de más de mil vacas en el norte del país, informa Javier García.

El organismo portugués considera necesario acabar con el ganado sospechoso de haber contraído la enfermedad de las vacas locas antes de que carne infectada pueda llegar a los consumidores. Esta medida ha sido propuesta ante el deficiente control del número de animales alimentados con productos procedentes de la cabaña de bovino importada del Reino Unido entre 1985 y 1990.

La reunión de la OMS tendrá lugar el martes y miércoles próximos en Ginebra y tratará fundamentalmente de arrojar luz sobre la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, sobre la que se ha arrojado la sospecha de que pueda estar relacionada con el llamado mal de las vacas locas.