Calatrava califica de "error histórico" la paralización de su proyecto en Valencia

"Se está a punto de cometer un error histórico", asegura, el arquitecto Santiago Calatrava en las primeras declaraciones concedidas tras la decisión de la Generalitat Valenciana, que preside Eduardo Zaplana, del PP, de paralizar su proyecto de Ciudad de las Ciencias en Valencia. En una entrevista realizada en su estudio de Zúrich; que ayer publicó el periódico Levante, Calatrava señala que se han realizado durante seis meses trabajos de cimentación por valor de más de 1.000 millones de pesetas y afirma que, "durante años, Valencia se ha expuesto con este proyecto delante del mundo, y en los lugares más prestigiosos: el Museo de Arte Moderno de Nueva York; el Museo Alemán de la Ciencia y de la Técnica; el Royal Institute of British Architects de Londres, y además, en Madrid y en la Lonja de Valencia, donde ha recibido el beneplácito de la alcaldesa Rita Barberá, lo mismo que de los treinta o cuarenta mil valencianos que fueron a verlo".El arquitecto hace varias veces referencia al apoyo otorgado a su proyecto en su día por la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, también del PP, formación que ha decidido prescindir del diseño de Museo de las Ciencias y de torre de telecomunicaciones elaborado por Calatrava para sustituirlo por lo que el propio arquitecto califica "como un bocetito que acaba de salir y que hace solamente unas semanas que se ha trabajado en él".

En sus declaraciones, Calatrava explica que, al conocer que en algunos medios se ponían reparos a su proyecto, se ofreció a la Generalitat para reestructurar las partes que se considerase oportuno, y apunta: "Es mi deber como arquitecto seguir sirviendo con la misma fidelidad que lo hice antes, porque es la Generalitat y, por tanto, se trata del mismo cliente. Nunca lo ha sido el partido socialista, sino la Generalitat".

El arquitecto añade: "Estoy convencido de que a los valencianos nos sobra sentido común para defender nuestros intereses hasta llevar y reconducir las cosas a buen puerto, y que la Ciudad de las Ciencias se acabe, si no exactamente como se ha proyectado, con las modificaciones que requiera el criterio de aquellos que hoy están en los órganos de decisión, pero siguiendo la pauta de consenso de todo lo que se ha hecho hasta hoy y respetando el marco arquitectónico de la propuesta original".