"Todo llega a su tiempo"

"Todo llega a su tiempo". Relajado, con un punto sarcástico y sin interés en ahondar en la polémica que ha acompañado en los últimos años la concesión del Cervantes, Camilo, José Cela recibió ayer tarde la noticia en Iria Flavia, la aldea del municipio de Padrón (La Coruña) donde nació en 1916. En tono modesto, Cela expresó su agradecimiento al jurado, pero no pudo evitar la ironía: "España es un país en el que se rompen las tradiciones y últimamente parece que se estaba convirtiendo en una tradición que no me diesen a mi el Cervantes. A mí no me parece bueno, romper las tradiciones, aunque en este caso haya sido yo el beneficiado". El ganador del Nobel en 1989 consiguió el respaldo del jurado después de cuatro votaciones.

A pegar de los rumores previos, Cela asegura . que no acababa de creerse que esta vez tuviese más posibilidades de lograr el Cervantes que en años anteriores. Eso sí, mantenía la esperanza porque "la esperanza es lo último que se pierde". Por la mañana, él escritor abandonó su domicilio habitual en Guadalajara para partir en coche hacia Padrón, donde hoy presidirá una. reunión de la fundación que lleva su nombre.Pasadas las cuatro de la tarde, apenas un cuarto de hora despues de que hubiese llegado a la vieja casona que acoge la sede de la fundación, Cela recibió la llamada de Carmen Alborch comunicándole la noticia. Desde bastante antes, los. periodistas ya hacían guardia ante el edificio. La única línea telefónica se bloqueó de inmediato.

"Encantado y agradecido", Cela dedicó la tarde a recibir a las sucesivas oleadas de informadores que fueron llegando a Padrón. "No voy a hacer ninguna celebración especial", explicó, "por la noche cenaré con unos amigos, como hago casi todos los días. Es posible que al final brindemos con una copa de coñac o de champán. Pero, en fin, haré lo habitual". El escritor anuncio que repartirá los 15 millones de pesetas del premio entre la fundación, "a la que buena falta le hace", y obras benéficas en Galicia. "Yo siempre luché por el fuéro y no por el huevo", señaló para justificar su renuncia a lucrarse personalmente de la dotación económica del Cervantes.

A pesar de las insistentes preguntas de los informadores, Cela se esforzó por pasar de puntillas sobre la enorme controversia que se ha suscitado en los últimos años por su reiterada ausencia de la lista de ganadores del premio. "Las polémicas literarias siempre son buenas y yo he asistido a ésta como espectador", indicó. Según Cela, también las competiciones entre escritores hay que tomárselas con un "concepto deportivo".

urado en 1996

Cuando un periodista le preguntó si había hablado previamente con algún miembro del Jurado, le cortó tajante: "Por supuesto que no intrigar en este asunto, sería ridículo. Le recuerdo que mi cándidatura, junto a la de otros dos compañeros, fue propuesta por la Real

Academia y cuando se votaron, yo lo hice en blanco". Ni siquiera admitió que pudiese considerarse una paradoja el haber obtenido el Cervantes después del Nobel, ni tampoco se quejó de la larga espera por este nuevo galardón. "Las cosas siempre llegan a su tiempo", contestó.

En todo caso, tampoco se considera un escritor excesivamente galardonado: "No tengo tantos premios como la gente me atribuye. Soy de los españoles con menos premios literarios. Tengo cuatro o cinco nada más, lo que pasa es que todos son importantes".

No olvidó Cela alabar los méritos de sus competidores en esta ocasión aunque no citó a ninguno expresamente.. "Seguro que me olvidaría de alguno y pensaría que lo hago a propósito", sé excusó. El próximo año le tocará a él mismo, como ganador de esta edición, formar parte del jurado. Su consejo para los próximos aspirantes fue sencillo: "Paciencia, como la que yo he tenido".

La concesión del Cervantes al Nobel gallego fue anunciada poco antes de las cinco de la tarde Carmen Alborch. aseguró, en la sede del Ministerió de Cultura, que no se trataba de una reparación, sino del reconocimiento de su obra literaria según informa .

El jurado, compuesto por nueve personalidades del mundo de las letras españolas e hispanoamericanas, entre los que se encontraban Mario Vargas Llosa Premio Cervantes 1994; Fernando Lázaro Carreter; director de la Real Acádemia Española, y el académico, Alonso Zamora Vicente, eligió a Cela tras realizar, cuatro votaciones secretas. Quedó finalista el escritor venezolano Arturo Uslar Pietri.

Con la entrega del premio. más importante de la lengua española a Camilo José Cela se hace realidad un año más la ley no escrita que parece obligar a alternar la entrega del premio a un escritor español y uno de América Latina. Lo mismo la mínistra de Cultura que el director de la Real Academia restaron importancia a las declaraciones anteriores de Cela en las que calificaba el Premio Cervantes como un desprestigio y un premio cubierto de mierda. "El jurado ha valorado sólo su obra literaria, no sus opiniones", dijo secamente Lázaro Carreter., "Cela es polemista y polémico, se deja llevar por su casticismo proverbial pero eso hay que descontextualizarlo", explicó la ministra.