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González acude a la cumbre de Bariloche tras afianzar los lazos de la UE con Latinoamérica

ENVIADO ESPECIAL En las reuniones de ministros de Exteriores de los Quince, "las delegaciones de los Estados miembros suelen quejarse de la abundancia de temas iberoamericanos en la agenda" desde que España preside la Unión Europea, reconoce un informe oficial español. En la Cumbre Iberoamericana de Bariloche, que empieza mañana, los países de Latinoamérica agradecerán, en cambio, a la diplomacia española el haber actuado como valedora de sus intereses ante Europa con unos resultados apreciables, sobre todo durante este semestre.

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La quinta cumbre iberoamericana será acaso la última a la que acuda Felipe González como jefe del Ejecutivo español, pero lo hará en loor de multitud a pesar de la crisis que azota a su Gobierno. El balance logrado por España desde que está al frente de la UE es llamativo, y si no hubiese sido. por la lentitud de la Comisión Europea probablemente habría conseguido poner en pie un entramado aún más tupido de relaciones entre América Latina y el Viejo Continente.'El rey Juan Carlos I y González llegan hoy a Bariloche para asistir hasta el martes, junto con los jefes de Estado y dé Gobierno de Portugal y de 19 países latinoamericanos, a la conferencia anual iberoamericana que este año preside el argentino Carlos Menem. A continuación, don Juan Carlos se desplazará a Buenos Aires para visitar las instalaciones de varías empresas españolas, mientras el presidente del Gobierno español iniciará su primera visita oficial a Brasilia.

En los pasillos del hotel donde se celebra la cumbre se desarrollarán varias reuniones informales para impulsar los proyectos que la UE pone en marcha en América Latina. El más importante, la conclusión de un acuerdo que liberaliza los intercambios comerciales con Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay), fue alcanzado el 29 de septiembre, y los jefes de Estado de esos cuatro países acudirán en diciembre a Madrid para firmarlo.

Los Quince también aprobaron hace dos semanas a instancias de España el inicio de conversaciones exploratorias con Cuba con vistas a un acuerdo de cooperación. Como contrapartida a la ayuda al desarrollo que ofrecerán, Fidel Castro debería hacer algún gesto, y el ministro de Exteriores español, Javier Solana, se inclina porque excarcele a todos los presos de conciencia.

[Castro descartó ayer un cambio en el modelo de partido único. que rige en Cuba desde hace 36 años y, ante el Parlamento de Uruguay, se mostró cauto sobre un posible fin del embargo estadounidense.]

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Zona de libre comercio

México es, sin embargo, la principal asignatura pendiente de la presidencia española. Su, objetivo es que se aprueben las directrices de la negociación para establecer una zona de libre comercio entre la UE y México y que las conversaciones arranquen antes de fin de año.

Con Chile también está pendiente la adopción por los titulares de Exteriores de la Unión del mandato de una negociación a la que el encargado de las relaciones con América Latina en la Comisión Europea, Manuel Marín, siempre fue reacio porque deseaba primero que se aproximase a Mercosur. A pesar de estas demoras, Chile tiene una economía tan liberalizada que el acuerdo puede concluirse en pocas semanas, y su presidente, Eduardo Frei, podría también viajar a Madrid a fin de año para firmarlo.

Con los seis países de Centroamérica, Marín tiene también pendiente la presentación de un nuevo proyecto, de cooperación con objetivos más ambiciosos. España lucha, por último, por aumentar hasta 540.000 millones de pesetas el techo de los créditos que el Banco Europeo de Inversiones podrá conceder durante los próximos cuatro años al conjunto de América Latina.

Pero los esfuerzos de la diplomacia española por arrimar a Latinoamérica al Viejo Continente no son altruistas. El propio González reconoció en 1992 que estas cumbres anuales, en las que España desempeña un papel protagonista, suponen un plus para su política exterior, algo parecido al que la Commonwealth representa para el Reino Unido y la Francofonía para Francia.

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