14 entidades editan 'El catalán, una lengua asediada' con ánimo de concordia

"Estamos en una situación en que parece avenarse una feliz convivencia que se había instaurado en el periodo de la transición", manifestó ayer Javier Tusell durante la presentación en Madrid del libro El catalán, una lengua asediada, una obra patrocinada por 14 entidades de Cataluña en la que se incluye una minuciosa cronología de la persecución que sufrieron la lengua y la cultura catalanas durante la guerra civil y la dictadura franquista.Josep M. Solé i Sabaté, autor del libro junto con Joan Villarroya, afirmó que esta iniciativa surgió como un empeño para refutar las declaraciones de un académico (Gregorio Salvador) que negó la existencia de una persecución contra el catalán durante el periodo franquista. Solé relató ante la audiencia cómo entre 1936 y 1975 se fomentó el localismo para frenar el catalanismo, cómo quedaban impunes los atentados contra librerías que vendían textos en catalán y cómo el expresarse en esta lengua acarreó problemas incluso a representantes de la Iglesia. Insistió este historiador en que el libro pretende provocar la comprensión y la convivencia. Tesis que suscribió igualmente Josep Millas, presidente de Omnium Cultural, una de las organizaciones que avalan esta iniciativa. "No, pretende ser un memorial de agravios sino una descripción de los problemas habidos", preciso poco antes de justificar que la tirada de este volumen, 3.000 ejemplares, esté destinada a su distribución entre políticos y empresarios básicamente, por estimar que su venta en librerías sería difícil. Puntualizó, sin embargo, que es probable que se realice una nueva edición para llegar a todo tipo de lectores.La preocupación por no irritar presidió la mayoría de las intervenciones que se produjeron en el almuerzo de presentación. "Hay que mirar hacia atrás sin ira", sentenció el diputado de IU Ramón Espasa. "El pluralismo no es un castigo, es un don espontáneo fruto de la libertad", comentó José María Martín Patino, presidente de la Fundación Encuentro y prologuista del libro junto con Francesc Ferrer i Gironés. Este último descalifica en su texto las apreciaciones de algunas figuras claves de la cultura española contemporánea -Madariaga, Sánchez Albornoz y Menéndez Pidal, entre otros- sobre Cataluña y su lengua, personajes para los que Javier Tusell pidió respeto y comprensión. Tusell insistió en que es necesario discutir sobre la pluralidad cultural en España. A su juicio, hay tres principios esenciales que habría que tener en cuenta. En primer lugar, conocer la realidad y respetarla; en segundo lugar, procurar, resolver los problemas y no agravarlos; por último, abogó por no eludir el debate. Advirtió que la situación actual en torno a la convivencia lingüística es, grave y añadió que libros como el que ha publicado recientemente el periodista Federico Jiménez Losantos no contribuyen a la convivencia.