Amenaza comercial de EE UU contra la UE por la regulación del plátano
La Administración norteamericana, ante las presiones de grandes compañías multinacionales que operan en el sector como Chiquita Brands, Dole y Del Monte estudia la aplicación de medidas de retorsión -multiplicar aranceles para una serie de productos aún por concretar- contra las exportaciones comunitarias a ese país si la LTE no modifica la actual Organización Común del Mercado del plátano. Por su parte, un portavoz oficial de la Comisión Europea señaló ayer que la UE se sentirá "muy decepcionada" si Estados Unidos aplica estas sanciones comerciales de forma unilateral.
La situación es similar a la planteada por la Administración norteamericana a finales de la década de los ochenta en la guerra de las hormonas al prohibir la Unión Europea la importación de carnes de animales engordados con esas sustancias. En aquel caso, las retorsiones estadounidenses consistieron en aplicar un arancel igual al precio del producto y afectaron gravemente a las exportaciones españolas de hortalizas.La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha denunciado la política norteamericana que, por un lado, anuncia apoyo al Tercer Mundo y, por otro, presiona para que sean las grandes multinacionales quienes controlen la riqueza de los países pobres.
La OCM del plátano se aprobó hace aproximadamente año y medio. La UE contempla un consumo de 3,4 millones de toneladas de plátanos. De ellos, la producción de los países comunitarios se cifró en una media de 854.000 toneladas. A esta cantidad se suman anualmente unas importaciones de 648.000 toneladas de los países de Africa, Caribe y Pacífico (ACP) y otras 2,1 millones de toneladas a importar de los países del área dólar con arancel reducido, aunque estas cifras de importaciones pueden sufrir ajustes cada año al alza en función dé las producciones interiores comunitarias. Los agricultores de plátano comunitarios reciben una subvención anual variable en función de las cotizaciones internacionales para mantener sus ingresos. Esta Organización Común de Mercado fue rechazada en su día por las principales firmas multinacionales que operan, en el sector del plátano, así como por algunos de los principales países consumidores., comunitarios y no productores como Holanda o Alemania.
El malestar de las multinacilonales norteamericanas por esta ordenación del mercado comunitario aumentó tras la firma del reciente acuerdo del GATT en vigor desde el pasado mes de enero y los acuerdos que contempla en el caso del plátano entre la Unión Europea y los países exportadores. La pretensión de las firmas multinacionales es que las licencias para la exportación de los más de dos millones de toneladas de plátanos que se exportan a la Unión Europea desde los países de la llamada área dólar estuvieran en sus manos como tradicionales operadores de esta fruta.
Tras el acuerdo GATT, el 70% de estas licencias se han concedido a los respectivos Estados de los países productores, situación que ha provocado un movimiento de presiones de las multinacionales ante Estados Unidos.
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