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SANIDAD: NUEVOS TRATAMIENTOS

Presentado en Valencia un ensayo de 'tijeras genéticas' para el virus del sida

La idea de atacar el virus del sida con armas genéticas es una de las muchas posibilidades de la terapia génica que los investigadores exploran. Flossie Wong-Staal, investigadora estadounidense, presentó ayer en la reunión sobre terapia génica que se celebra en Valencia su herramienta contra el sida: las ribozimas, un tipo de material genético que es capaz de cortar como unas tijeras material genético similar del virus.

La ribozimas son un tipo de enzimas descubiertas hace pocos años, originariamente en un virus de plantas. Las utilizadas contra el VIH son moleculas recombinantes, modificadas en laboratorio para reconocerle y atacarle. "Se trata de interrumpir el proceso de replicación del virus antes de que se introduzca en las células y también cuando ya está dentro de ellas", dijo Wong-Staal.Sería una especie de vacuna si funcionara en el cuerpo humano como está funcionando en laboratorio. Para verlo, este equipo de la Universidad de California, va a empezar a observar lo que pasa en seis pacientes infectados cuando se les extraen linfocitos T, se introduce en ellos un retrovirus con ribozimas y se vuelven a inyectar al paciente. No pretenden curarles sino simplemente comprobar si el ARN se expresa y cumple su función de tijeras.

Madres portadoras

Otro experimento será en niños infectados nacidos de madres portadoras. Se tomarán de su cordón umbilical células precursoras de linfocitos T y macrófagos, y se protegerán con las ribozimas para luego transfundirlas de nuevo al bebé infectado. En niños, en los que el sida se desarrolla muy deprisa, se esperan resultados en menos tiempo que en los adultos, para así saber si la terapia es efectiva para evitar la destrucción del sistema inmunológico que caracteriza el síndrome."La terapia génica es la única promesa de curación para el sida pero llevará de 10 a 20 años ponerla a punto y son técnicas tan complejas que no sirven por ahora para su aplicación masiva, especialmente en países poco desarrollados", dijo la investigadora.

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