Acusan a Menem de complacencia con la guerra sucia de la dictadura argentina

Lejos de eludir la evocación del espanto, el torpe agradecimiento del presidente Carlos Menem a las Fuerzas Armadas argentinas por el triunfo de su salvaje movilización contra la insurgencia y el terror montonero de los setenta despertó la memoria de aquellos años horrorosos. Menem, nuevamente en la polémica, fue excluido de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH).

La APDH la integran, entre otros, el ex primer mandatario Raúl Alfonsín y el escritor Ernesto Sábato, por entender su directiva que el jefe del Estado se complació con la guerra sucia, lesionó las instituciones y se burló del Estado de derecho.Las consideraciones del presidente sobre el comportamiento de los militares condujeron inevitablemente a la controversia y al encono porque, si bien en los cuartos de banderas se aplaudió la solidaridad, las familias de los 10.000 desaparecidos en los calabozos de la Junta Militar (19761983) y sus deudos en la oposición política y ciudadana salieron a degüello. Julio César Strassera, activo fiscal federal durante el procesamiento de sus responsables, denunció otra vez: "Nos ha escupido a la cara. Por primera vez estoy realmente abrumado, es gravísimo".

"La circunstancia de que esta reivindicación de la dictadura sea formulada desde la responsabilidad institucional que representa la más alta magistratura del Estado tiene una gravedad inocultable", subraya la resolución de la APDH. Este organismo sostiene que "el presidente Menem de hecho, reivindicó el secuestro, la tortura, el asesinato, el exilio, el robo de niños, la venta de lo robado en los hogares como botín de guerra y otros hechos aberrantes que fueron parte de la usurpación del poder por la fuerza de las armas que consolidó la dictadura como sistema y permitió que el terrorismo de Estado imperara en el país". Carlos Menem, encarcelado cinco años durante la dictadura, imputó a la Asamblea malicia y falsedad en la interpretación de sus palabras.

"No estoy reivindicando, ni mucho menos, tormentos y torturas ( ... ) que se dieron en los dos sectores en pugna. ¿Qué hubiera sucedido en el país si no se le ponía freno a la serie de levantamientos a lo largo y ancho de nuestra geografía, con tantos muertos, desaparecidos y secuestrados?", se preguntó Menem. "Ésa era la Argentina que nos tocó vivir durante prácticamente 15 años, pero felizmente, a partir de una resolución de la entonces presidenta de la nación, María Estela Martínez de Perón, se dispuso el enfrentamiento total en contra de la subversión".