España reforzará su cooperación con Cuba

España reforzará su cooperación con Cuba a pesar de las críticas que a veces suscita por parte del PP y del exilio radical cubano. El ministro de Exteriores, Javier Solana, así lo anunció ayer ante la Comisión de Cooperación Internacional del Congreso, poniendo nuevamente de relieve el empeño del Ejecutivo en alentar una transición política en la isla. "El Gobierno", dijo, "no sólo está dispuesto a mantener la cooperación con Cuba; si pudiera, incluso la aumentaría". Además de la ayuda alimentaria que suministra a los cubanos, va a hacer un esfuerzo adicional en 1995 para intentar evitar que la futura Cuba democrática padezca algunos de los problemas que atraviesan los países ex comunistas de Europa.

Se trata, según Solana, de que "personas cualificadas de Cuba vengan a España a aprender lo que puede serles útil el día de mañana en su propio país", es decir, técnicas modernas de gestión empresarial y administrativa. En el caso de Europa oriental ha sido "difícil encontrar personas preparadas"."España es responsable de que en el caso, de Cuba esto no ocurra", porque, "sin duda, Cuba tiene que transformarse desde una perspectiva política y económica". Anticipándose a las críticas, añadió que la cooperación. "entre la sociedad cubana y el pueblo español pasa por encima de gobiernos concretos, el suyo y el nuestro".

Además, Solana aseguré que en los próximos presupuestos la ayuda al desarrollo es la partida que más crece. Supone el 0,30% del producto, interior bruto (PIB) y confía en que alcance el 0,35% -unos 230.000 millones- si prosperan algunas enmiendas presentadas por parlamentarios socialistas y de Izquierda Unida. Esta cifra incluye la cooperación que efectúa el conjunto de la Administración, y no sólo la que desarrollan organismos dependientes del Ministerio de Asúntos Exteriores y la que se lleva a cabo a través de organizaciones internacionales, empezando por la Comisión Europea. El jefe de la diplomacia española reiteró que "es firme intención de este Gobierno cumplir con la mayor celeridad posible con el compromiso de alcanzar para el año 2000 el objetivo de dedicar a la ayuda oficial al desarrollo el 0,7%" del PIB recomendado por Naciones Unidas, cantidad que muy pocos países alcanzan si se exceptúan algunos escandinavos.