Roldán dice a sus amigos que no piensa ir a la cárcel
Luis Roldán, el ex director de la Guardia Civil huido de la justicia, se puso ayer en contacto telefónico con varias personas, entre ellas su esposa, Blanca Rodríguez Porto. A todas ellas dijo que no tiene la menor intención de pisar una cárcel por los presuntos delitos que se le imputan y amenazó con lanzar contra el Gobierno informaciones supuestamente comprometedoras. Las fuentes de la investigación que conocen estas llamadas indicaron que el fugado "está en contacto" con dos periodistas a los que podría filtrar datos a los que tuvo acceso en su antiguo cargo.
El ministro del Interior, Antoni Asunción, declaró ayer por la mañana que la principal hipótesis sigue siendo que el prófugo se esconde en España, por lo que se ha alertado a todos los cuerpos policiales para que sigan algunas pistas, que se negó a revelar. Sin embargo, fuentes policiales sospechan que el ex responsable de la Guardia Civil se fugó a Portugal el pasado día 24, 48 horas después de haber despedido a sus escoltas.Roldán despachó a los guardias civiles que le protegían el pasado día 22, poco después de que el juez Pascual Fabia Mir, titular del Juzgado de Instrucción número 35 de Madrid, le comunicase su procesamiento por una querella interpuesta por periodistas de Diario 16.
Luis Roldán comunicó a sus escoltas que iba a pasar unos días en Galicia con la familia de su esposa, Blanca Rodríguez Porto, y que volvieran a ponerse a su disposición el viernes siguiente, día 28. Los agentes transmitieron esta novedad a la unidad a la que están adscritos, sin que la conducta del ex responsable del cuerpo despertara las sospechas de ningún mando. "Era algo que hacía frecuentemente durante los últimos tres años: utilizaba la escolta para asistir a actos públicos y el resto del tiempo prescindía de ella", según reveló ayer Antoni Asunción.
La pista de los escoltas
Al crecer las sospechas sobre el paradero de Roldán, la única pista para dar con él eran los escoltas. Éstos informaron entonces que su máximo jefe durante siete años les había informado que estaría unos días en Galicia. La búsqueda se concentró en esa región y sobre todo en un piso de Orense y en un pueblo de esta provincia donde tiene propiedades la familia de su esposa. La policía confirmó que Roldán había estado en la capital orensana.
El pasado jueves, día 28, Interior recuperó cierta tranquilidad cuando supo que el desaparecido había telefoneado a un alto cargo del departamento para comentarle que estaba dispuesto a asumir sus responsabilidades. Dio a entender que se hallaba en España y eso indujo a Asunción a caer en el error de afirmar ese mismo día en el Congreso que Roldán estaba bajo control.
Al día siguiente, la declaración de Blanca Rodríguez Porto en el juzgado que instruye una querella por malversación contra Roldán asegurando que no podía comunicar con su esposo porque estaba en un lugar aislado, hizo creer a Interior que podía ocultarse en Monbuey, localidad zamorana próxima a Benavente. La finca es propiedad de la familia de Blanca Rodríguez. Se llegó atal conclusión por que la finca no dispone de teléfono y está en una zona de sombra que hace imposible la comunicación con un teléfono portátil, según fuentes policiales.
Los propios escoltas confirmaron que ellos mismos habían sufrido estas dificultades cuando en ocasiones anteriores habían acompañado a ese lugar a Roldán. Tan fuerte fue la convicción de que el prófugo se ocultaba en ese lugar de Zamora que Interior ordenó registrar la finca a última hora del viernes, tras pedir una orden judicial. El resultado supuso una fuerte decepción. El huido no estaba allí. Sin embargo, fuentes de Interior han informado que Blanca Rodríguez Porto partió de esa misma finca en la mañana del viernes para presentarse en el juzgado.
Los directores de la policía y la Guardia Civil, Carlos Conde Duque y Ferran Cardenal, respectivamente, coordinan el importante dispositivo puesto en marcha para capturar al fugado. Interior ha requerido la colaboración del Gobierno portugués, a la vez que las fuerzas de seguridad mantienen sus controles en tomo a todas las viviendas que el ex jefe del instituto armado tiene en diferentes provincias españolas.
La juez Ana Ferrer no ha modificado la orden de detención que dictó anteayer contra Roldán para convertirla en una orden de busca y captura, que supondría su ingreso en prisión de ser localizado.
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