Emotivo encuentro de Delibes y Alberti en el congreso de escritores de Segovia

La convivencia entre diferentes estilos y lenguas que ha inspirado al Congreso Internacional de Escritores Castellano-Leoneses, Hispanoamericanos y Portugueses, el primer acto de los organizados con motivo del V centenario del Tratado de Tordesillas, fue plasmada anoche, en el teatro Juan Bravo, de Segovia, en un abrazo entre dos de los valores consagrados de la literatura española: Miguel Delibes y Rafael Alberti.El poeta gaditano que, pese a sus 91 años, decidió viajar a Segovia para felicitar al escritor Miguel Delibes en su Castilla natal, en vez de hacerlo en Alcalá de Henares (Madrid) cuando le sea entregado el Premio Cervantes, según declaró, obsequió al autor vallisoletano con un plato artesanal que lleva un dibujo de este poeta de la generación del 27, conmemorativo de los actos del V centenario. Entregó un regalo iemilar al presidente de Castilla y León, Juan José Lucas, en presencia de los cerca de medio centenar de escritores participantes en el congreso, como Rosa Chacel y María Kodama.

Renacimiento

En su conferencia inaugural, Miguel Delibes habló de los grupos narrativos de la posguerra -aclarando que excluía las tendencias anteriores a 1936 y la de los artistas exilados-, que, a su juicio, en algunas ocasiones adquirieron características del Renacimiento, "pero entendiendo éste en el sentido vital de volver a nacer". Para el último premio Cervantes, los artistas de la época salían del túnel de la guerra, arrastrados a veces por la oscuridad y deslumbrados por la nueva luz, además de condicionados por la censura que llegaba. "Eran psicologías atormentadas por las reminiscencias de la guerra y no por una reacción contra los postulados de la generación anterior", matizó.

Delibes clasificó en cinco los movimientos, narrativos de las cinco décadas siguientes a la guerra civil española, comenzando por el que definió como "anárquico e intuitivo", inmediato a la posguerra, condicionado por la conciencia de la guerra civil; los "objetivistas o conductistas", que se planteaban el problema de la novela encauzándola por el lado estético y formal y los "realistas críticos", centrados en la ética como mera eficacia.

El resto de los movimientos los denominó de los "novelistas de vanguardia", cuya narrativa desplaza la historia a una pos¡ción subalterna y los más contemporáneos, que llamó como de "actitud indecisa", quienes sostienen que el lenguaje críptico no es el más adecuado.

Por su parte, el presidente de Castilla y León, Juan José Lucas, dijo durante la inauguración de las jornadas de escritores que la conmemoración del V centenario del Tratado de Tordesillas ofrece la ocasión de recordar hechos fundamentales del pasado, para analizarlos y conocerlos mejor, pero, también para servir de punto de partida para nuevas reflexiones sobre cuestiones actuales que, entonces como ahora, resultan vitales para el hombre, la sociedad y la cultura.