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Entrevista:

"Nos empujan el hambre y la miseria"

El Comandante Marcos, la enmascarada cabeza visible de la revuelta de los campesinos indígenas del sureño Estado mexicano de Chiapas, asegura que el presidente Carlos Salinas de Gortari es "un usurpador y un vendepatrias" y amenaza con una marcha sobre la capital. Otro zapatista resume su activismo con toda crudeza: "Estamos jodidos y tenemos hambre, peropeleamos".

Día 1 de enero. San Cristóbal de las Casas. 7.30 horas. Camino hacia la puerta principal del palacio municipal ocupado por los guerrilleros del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y solicito hablar con el comandante Marcos.

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Tras obtener permiso por boca de un indígena con el fusil en las manos, subo al segundo piso. Todo está destruido. Solamente las lámparas penden intactas del techo.

Pregunta. Sus tropas lucen bastante débiles como para marchar hasta Ciudad de México y deponer al presidente Salinas. ¿No es un poco ilusa su actitud?

Respuesta. Mira, si estás preocupado por nuestro arribo a México DF, tranquilízate, vamos a tardar todavía un poco [risas]. Ya en serio te puedo decir que la que aquí, en San Cristóbal, ves es sólo una mínima parte de la tropa, a mucha de ella jamás la podrán reconocer, pues no traen el uniforme puesto en la sierra. En las comunidades indígenas hay más zapatistas de los que tú o el Gobierno se puedan imaginar. Además no estamos esperando llegar al DF solamente con nuestras tropas actuales, sino con otras que se nos vayan uniendo en el camino.

P. Sus armas son mucho menos poderosas que las del Ejército. ¿No es una desventaja demasiado grande?

R. Tenemos el arma de ser pueblo y conocer la sierra como ninguno de ellos.

P. ¿Dónde nació?

R. Soy mexicano, como todos los que en el Ejército Zapatista luchan, pero no soy chiapaneco.

P. ¿Dónde adquirió formación militar?

R. La tengo, pero nada más puedo decir. Conozco la diferencia entre pelear en el campo y en la ciudad, en el llano y en la montaña, en la selva o en zona desértica.

Pregunto a un guerrillero, al azar, sobre los motivos y riesgos de esta sublevación. Obtengo una única respuesta:

"Estamos jodidos y tenemos hambre, pero peleamos. No tenemos casa ni tenemos medicinas, pero peleamos". Vuelvo a Marcos, quien acaba de recibir la noticia de las transmisiones en televisión del acontecimiento. Me mira y dice: "A ver si ahora van a seguir negando esos pinches pulos que en México hay guerrilla".

P. ¿Tienen Relación con la teología de la liberación?

R. No, nosotros nos liberamos, pero sin teología (vuelve a reír). Tenemos entre nuestra gente tanto evangelistas como católicos, ateos y brujos. Lo de brujos no es broma.- Son los brujos chiapanecos. Marcos aparenta estar preparado y muy seguro de lo que afirma.

Constantemente bromea como si no estuviese su, vida en grave peligro.

P. ¿Solicita el EZLN nuevas elecciones después de un Gobierno de transición?

R. Lo que ahora hay, lo que están planeando para encubrir a Colosio, es una simple mascarada. Todos sabemos que el voto no cuenta y que la ley electoral está hecha al antojo, de Salinas que, insisto, es un usurpador y un vendepatrias. Exigimos elecciones verdaderas, en las que haya oportunidad para todos los partidos y no sólo para el PRI.

P. Todo parece indicar que los coletos [nombre con el que se denomina a la gente de San Cristóbal] no están nada contentos con su incursión en esta ciudad. En la calle, todos hablan de. que la violencia no conduce a nada y otros comentarios por el estilo. ¿No le preocupa el repudio popular?

R. Obviamente preferiría que fuese distinto. Pero quiero aclarar que los coletos y ladinos [aquellos que no son indígenas] son gente sumamente racista. Si uno de ellos sube al camión y un chamula está sentado, lo levantan para ocupar su lugar. Si un indígena viene por la calle, o a pie, o en bicicleta, le echan el auto encima con toda alevosía, y si la gente que actúa así va a condenar al EZLN te podrás imaginar que no me preocupa lo más mínimo.

Con respecto a que la violencia no produce nada podría responder que es precisamente la violencia institucional que representa morir de cólera, paludismo o sarampión, la violencia institucional que representan las constantes violaciones a los derechos, humanos por parte del Ejército y la violencia que representan el hambre y la miseria en las que ha sumido Salinas al país la que nos han orillado a esta actitud extrema. Ni siquiera queremos constituir un Gobierno, tan sólo deseamos un Gobierno elegido democráticamente y respeto para las etnias. Otra cosa que me gustaría que quede clara es que yo no soy el líder del EZLN. No tenemos líder, sino un comité. Yo solamente soy el encargado de la operación actual en San Cristóbal.

El 2 de enero por la tarde se escuchan bombas caer en los alrededores de San Cristóbal y algunos aviones sobrevuelan la zona. Uno recuerda las venganzas de los Gobiernos salvadoreños y guatemaltecos contra las etnias por su relación con la guerrilla.

La Jornada.

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