Pánico en Tabasco

El nerviosismo de la población civil de Tabasco, cabecera municipal de Altamirano, se convirtió en pánico cuando tres bombarderos de las Fuerzas Aéreas mexicanas sobrevolaron la zona a baja altura el lunes en aparente posición de ataque. Allí se encuentra un número indeterminado de sublevados del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).Varios jefes rebeldes al frente de pequeños grupos armados en Huixtán y CuxuIjá aseguraron que "nadie tiene permiso para dialogar con el Gobierno". Los militantes zapatistas declararon sin dudar: "No entregaremos las armas hasta derrotar al Gobierno e implantar el socialismo".

El lunes se reanudaron los intercambios de disparos entre fuerzas gubernamentales y unidades rebeldes en Ocosingo. Los habitantes del pueblo se mantienen a cubierto en sus casas. El agua potable está cortada y las líneas telefónicas permanecen bloqueadas.

Miembros del EZLN apostados en Cuxiljá, que impedían el lunes el paso hacia Ocosingo, señalaron ayer: "A la batalla se han sumado más de nuestros elementos, porque somos un Ejército no guerrillero y lucharemos con piedras, palos, cuchillos, con lo que tengamos para derrocar al Gobierno. No retrocederemos".

Un indígena, que dijo ser capitán del EZLN, hizo un llamamiento a la población "para que se levante en armas, porque con este Gobierno los pobres campesinos siguen desnutridos y las mujeres están jodidas, mal vestidas y mal comidas".