Demagogia y desinformación

Pedro Roselló ha conseguido sacar adelante su proyecto del inglés gracias a la mayoría de su partido primero en la Cámara de Representantes y después en el Senado. Ayer estaba previsto que ambas cámaras, como es preceptivo en este sistema parlamentario, evaluaran conjuntamente el texto como paso definitivo del legislativo antes de la firma del gobernador.El nuevo proyecto no perjudica directamente al español, que parmanecerá siendo oficial, pero le quita la exclusividad idiomática en Puerto Rico. Ello obligará, si todo sigue su curso a que los rótulos del país, hasta ahora en español, se vean obligados a llevar las dos lenguas y que la comunicación con la administración, sea oral o escrita, se pueda hacer indistintamente en inglés y en español. Sólo el 20% de los puertorriqueños habla el idioma ahora impuesto.

El diario El Nuevo Día, históricamente vinculado al partido del actual gobernador, se detenía ayer en una fórmula conciliadora y advertía: "Lo que quieren los puertorriqueños es seguir hablando español y que haya las más amplias oportunidades de aprender y hablar inglés. Lo otro es demagogia y desinformación".