El Príncipe aboga porque la humanidad restituya a la naturaleza lo que ésta le ha dado durante siglos

El príncipe de Asturias considera llegado el momento de que Gobiernos y empresarios devuelvan a la naturaleza lo que ésta ha dado al hombre, quien la ha usado durante siglos "para crecer y sentirse seguro". Así lo expresó ayer en Barcelona, en la inauguración del seminario internacional Industria, progreso y medio ambiente en el horizonte del siglo XXI, que se celebra esta semana en el marco de los Cursos de Pedralbes, organizados por la Universidad de Barcelona (UB) y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). Don Felipe defendió un desarrollo industrial, respetuoso con el medio ambiente.

En el aula magna de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Barcelona, y ante unos 200 alumnos del seminario, el Príncipe, tras expresar en lengua catalana su satisfacción por presidir la sesión inaugural, constató que el entorno natural constituye "uno de los bienes más preciosos" que se pueden legar "a las generaciones venideras".A lo largo de su discurso, que se prolongó durante unos 15 minutos, don Felipe corresponsabilizó a ciudadanos, empresarios e instituciones en la preservación del patrimonio natural del planeta.

El príncipe de Asturias prosiguió su parlamento con un parangón histórico: recordó que en el siglo pasado el hombre descubrió cómo utilizar la mayor parte de los recursos energéticos naturales e inició su explotación. "Pero a las puertas del siglo XXI, por primera vez en la historia de la humanidad, en esta gran empresa que es el mundo, (...) no todo son ganancias, sino que empezamos a intuir pérdidas irreversibles", denunció.

Seguidamente, don Felipe juzgó acertada la decisión de la Asamblea de las Naciones Unidas de declarar a 1991 Año de la Tierra y también consideró oportuno que haya sido precisamente esa organización la impulsora de la idea, "porque", justificó, "el medio ambiente no sabe de fronteras nacionales". Después de lo cual, ilustró su afirmación con varios ejemplos. "Ustedes son estudiosos del tema y saben que una fuga radiactiva no se detiene en los límites de un Estado. Saben también que la capa de ozono no se degrada de forma discriminada o que los vertidos de petróleo no se limitan a emponzoñar unas únicas aguas territoriales", enumeró el heredero a la Corona. En este punto, abogó para que el hombre, "que durante años ha usado la naturaleza para crecer y para sentirse seguro", devuelva ahora la tranquilidad a una Tierra que se siente insegura".

En opinión del Príncipe, la preservación del planeta no implica renunciar al desarrollo industrial ni limitar la creación de riqueza. "La industria ha de continuar adelante con todo su empuje tecnológico, pero también con toda la prudencia por el medio", señaló. Finalmente, don Felipe hizo votos para que las universidades españolas se doten en el futuro de una cátedra de Medio Ambiente.

Al acto inaugural del seminario asistieron el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol; el delegado del Gobierno en Cataluña, Francesc Martí Jusmet; Josep Maria Bricall y Ernest Lluch, rectores de la UB y de la UIMP, respectivamente, y el presidente de la Asociación para la Defensa de la Naturaleza (Adena), Manuel de Prado y Colón de Carvajal, entre otras personalidades.