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Crítica:TEATRO
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Una comedia en fragmentos

Una pareja compra una hermosa cama conyugal, un tálamo: pero no puede estrenarlo. No puede en el sentido más literal: impotencia. Aman tanto la espléndida cama, la valoran de tal manera, que no pueden consentir que quede sin su noche triunfal; invitan a un amigo y a una amiga -desconocidos entre sí- para que celebren la ceremonia, y la imposibilidad se repite. El destino... Sería un tema de revistilla verde, o de comedia fina.Sergi Belbel quiere hacer un teatro absolutamente nuevo con este tema, por la vía de descomponer la acción: en 29 trozos, o escenas. Como un rompecabezas: se presentan en un orden distinto al del desarrollo de los hechos; algunas se repiten, pero de forma que las mismas palabras tengan un sentido diferente según el contexto de lo que ya vamos sabiendo.

Tàlem

De Sergi Belbel. Intérpretes: Miguel Bonet, Anna Güell, Pere Arquillué, María Lanau. Escenografía: Joaquim Roy. Vestuario: Mercé Paloma. Director: Sergi Belbel. Producción del Centro Dramático de la Generalitat de Cataluña. Centro Nacional de Nuevas Tendencias Escénicas. Sala Olimpia. Madrid, 10 de enero.

Los personajes tienen también los tics de la revista, o del teatro cómico; alguna inflexión más en la voz, en la actuación o en la elección de palabras les elevan, también, sobre lo habitual. Se supone que en su idioma original, el catalán, tiene más vitalidad, más gracia, que en la traducción hecha al castellano por el propio autor.

Dramaturgia

Es un encargo directo del Centre Dramàtic de la Generalitat: las bolsas de ayuda a la creación de textos teatrales en lengua catalana. En realidad, más que un texto es una dramaturgia, creada por el autor-director de escena Sergi Belbel: es la fragmentación y la colocación de las piezas del paisaje lo que puede tener un interés, no el paisaje en sí. Admitiendo que hay escenas de relleno, aparentemente sobrantes o sin gracia ninguna, o colocadas para completar el rompecabezas, parece que a la obra le sobra algún tiempo.Eso sí, lo rellenan bien los actores: diríamos que las actrices. Parece que, en la vida real y en situaciones relativamente parecidas, las mujeres tienen bastante más desparpajo que los hombres; por lo menos en este tipo de teatro light -lo digo así porque el barbarismo parece indicar algo más leve, menos consistente que lo simplemente ligero- ese comportamiento es un arquetipo, y Sergi Belbel lo ha acentuado. La breve compañía cuenta con dos actrices cómicas excelentes, la gordita Anna Güell, la delgadita María Lanau, que levantan muy bien sus papeles. No es que los hombres, Miguel Bonet y Pere Arquillué, sean peores: es que son hombres, destinados en este género vivaracho a parecer tontos y a producir risa por su incapacidad.

El decorado es neutro, pero agresivo de color y luz, destinado a realzar la importancia del tálamo; y los trajes son adecuados. La dirección, siendo del autor, es naturalmente adecuada y justa, y responde a lo ideado.

El público, muy juvenil en general, percibió con risas las situaciones, sobre todo después de un principio lento y poco estimulante, y aplaudió con ganas al final.

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