Los ministros de Exteriores de la CE eluden criticar la misión de Brandt en Irak
En la improvisada reunión. de los ministros de Asuntos Exteriores de los 12 países de la Comunidad Europea (CE), celebrada anoche en Roma para tratar el tema de las gestiones ante Sadam Husein sobre los rehenes en Irak, nadie se atrevió a descalificar la iniciativa de Willy Brandt como presidente de la Internacional Socialista.
Ni siquiera el ministro holandés de Asuntos Exteriores, Hans Van den Broek, que fue el más duro en condenar todo tipo de iniciativas privadas para dialogar con Sadam, pronunció una palabra contra Brandt. Según un analista político holandés ello estuvo motivado "por el gran prestigio que en todo el mundo posee el presidente de la Internacional Socialista".La misión de Brandt, que ayer llegó a Bagdad, había motivado la reunión romana al haber puesto nerviosos a algunos países, que consideran que se están violando los recientes acuerdos del Consejo de Europa firmados en Roma hace sólo unos días, y que se estaba "resquebrajando la solidaridad de la Comunidad".Finalmente, los reunidos afirmaron que las gestiones del ex canciller alemán Brandt no violaban las prohibiciones del Consejo, ya que no ha viajado a Bagdad como representante "del gobierno alemán", sino de la Internacional Socialista. Además se propone liberar "a todos los rehenes" y no sólo a sus compatriotas.
El ministro español de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez manifestó que se había tratado de una reunión "improvisada", que España no había solicitado, y que él ya se hallaba en la capital italiana Roma para asistir a la reunión del Consejo de Europa para los Derechos Humanos.Con anterioridad, el ministro español dijo que había decidido "no soñar" y que prefería "atenerse sólo a los hechos y no a las palabras". "Si uno escucha todas las declaraciones que se hacen por todas partes acaba volviéndose loco", subrayó.Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores italiano, Gianni De Michelis, que representa la presidencia del semestre italiano de la Comunidad, visiblemente contrariado por el hecho de que la reunión finalizó sin una declaración conjunta, explicó que lo más importante habíanidad Económica como tal estudiará la posibilidad de una iniciativa para "resolver políticamente la crisis del Golfo".Agregó que se consultaría con algunos de los países árabes que mantienen relaciones más estrechas con Irak, como Jordania, Túnez y Argelia, para que consigan que Sadam Huseín reciba a una delegación oficial de la ONU.A la pregunta de si de verdad creía que la reunión había servido para algo, De Michelis respondió: "Cuando se está navegando en alta mar, nadie espera mílagros. Lo importante es tener firme el timón, y hoy la Comunidad ha vuelto de nuevo a sentirse unida en la idea de que toda misión a Irak, encaminada a salvar sus propios rehenes sirve sólo para favorecer los designios del dictador Sadam".
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