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Subirachs: "Las polémicas pasan, las obras quedan"

Josep Maria Subirachs, se muestra sorprendido y molesto por el hecho de que su persona haya polarizado la campaña organizada por la revista Artics. "Me sorprende mucho", dice el escultor, "porque yo he si do el primero que ha abierto puertas al futuro con una opción nueva: dejar de lado a Gaudí de una vez y hacer la obra de acuerdo con los tiempos actuales, libremente. Por lo demás, las polémicas pasan y las obras quedan".Sub'rachs fue contratado hace cuatro años para realizar los 14 conjuntos escultóricos de la fachada de la Pasión del templo, y desde entonces vive en un apartamento habilitado junto a la obra, igual que hizo Gaudí en su época. "He calculado que las 100 esculturas que tienen los grupos costarán 15 años de trabajo", explica Subirachs. "Lo que no tienen en cuenta quienes me atacan es que mis esculturas no afectan a la obra de Gaudí, porque se instalarán en la fachada construida por discípulos del arquitecto limitando su estilo, pero que no es Gaudí. La fachada del Nacimiento no la he tocado, porque es monumento histórico-artístico".

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La Sagrada Familia de la discordia

Desde que inició su trabajo en la Sagrada Familia, Subirachs ha hecho dos obras en Seúl (Corea del Sur), el monumento a García Lorca en Cadaqués, trabaja en el monumento a Francesc Macià en la plaza de Catalunya de Barcelona, encargado por la Generalitat, y prepara una escultura en Tarragona.

Subirachs niega que haya cambiado de opinión tras firmar el manifiesto publicado en 1965 contra la continuación de las obras del templo gaudiniano. "Firmé aquel manifiesto para que se parasen las obras de imitación de Gaudí. Desde mi punto de vista, la Sagrada Familia hay que hacerla de una manera nueva. Sé que es difícil juntar estilos, pero yo lo hago".

'Hooligans'

El escultor catalán se siente insultado por la protesta "porque lo que hacen es instigar a la gente, no a la crítica argumentada, sino al insulto". De todos modos, Subirachs asegura que la campaña contra su intervención le afecta muy relativamente. "Si alguien queda retratado con esto", dice, "son ellos", refiriéndose a los promotores del acto del 10 de julio, a quienes define como "un grupito de hooligans que antes que nada quieren hacer propaganda de una cosa que ha fracasado, una revista para cuatro gatos [Artics] que cierra, porque si tuviera éxito no cerraría".

A juicio de Subirachs, sólo son susceptibles de ser atacados los proyectos que se pagan con dinero público: "la Sagrada Familia es un proyecto privado, como lo fueron el Palau de la Música, el hospital de Sant Pau o el Gran Teatro del Liceo. Cataluña tiene obras como éstas gracias a la iniciativa privada".

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