Fujimori busca ayuda para la maltrecha economía de Perú

El presidente efecto de Perú, Alberto Fujimori, se ha reunido en Nueva York con los dirigentes de las organizaciones económicas internacionales, en un intento desesperado de conseguir ayuda urgente para la comatosa economía peruana. La reunión se produce días después de un pronóstico de golpe de Estado hecho por analistas de EE UU.

En un informe preparado para los departamentos de Estado y de Defensa, la Rand Organization -uno de los grupos de analistas más influyentes en Estados Unidos- afirma que la cuestión no es si se producirá un golpe militar en Perú, sino cuándo (se producirá)". Aunque los rumores de un inminente golpe no se han confirmado hasta ahora, el informe señala que "los militares están dispuestos a apoderarse del poder si lo consideran necesario"Dada la turbulenta situación política del país, la tensión creciente entre el poder civil y el militar y la certeza de que la situación en Perú tendrá que empeorar antes de que pueda mejorar, la cuestión real no es saber si habrá golpe, sino cuándo se producirá", concluye el informe.

"Un golpe militar, añade el documento, de 55 páginas, "constituiría un acto de necesidad y no de elección". El hecho de que la toma del poder por los militares le costaría a Perú la pérdida del poco apoyo que todavía tiene en la comunidad económica internacional y que éstos tendrían que cargar con las consecuencias de unas medidas impopulares para intentar levantar la economía, no detendría a la cúpula militar "si la amenaza de la guerrilla de Sendero Luminoso continúa su escalada y el régimen demuestra su incapacidad para controlar el creciente nivel de desasosiego popular".

Sin embargo, prosigue el informe, el país entraría en un ciclo de terror y contraterror, con el consiguiente resultado de que se produciría "un incremento, y no una reducción, de la violencia política, que a su vez generaría un aumento en el apoyo popular a la oposición armada, incluido Sendero Luminoso".

El documento, redactado el pasado marzo, estima que la sangría causada por el movimiento guerrillero a la "catastrófica" situación económica peruana sobrepasa ya los 10.000 millones de dólares (más de un billón de pesetas). La crítica al presidente saliente, Alan García, es continua. El documento afirma que García, "al principio aclamado como un lider audaz está totalmente desacreditado".