Kohl pretende suavizar las condiciones del Bundesbank para los ciudadanos de la RDA

Lo único importante, según el ministro de Economía de la República Federal de Alemania, Helmut Haussmann, "es que se mantenga el poder adquisitivo de los alemanes orientales". Tras la reacción indignada de los ciudadanos de la República Democrática Alemana, concretada la noche del jueves con manifestaciones de centenares de miles de personas, el Gobierno de Bonn parece dispuesto a modificar sustancialmente las condiciones impuestas por el Bundesbank (el banco central de la RFA), entre las que se encuentra la impopular medida de cambiar un marco occidental por cada dos orientales.

Mientras en Berlín Oriental seguían ayer las conversaciones entre la Alianza por Alemania (CDU, DSU y DA), los socialdemócratas (SPD) y la Federación Liberal para formar el Gobierno de gran coalición que el Parlamento constituido el jueves encargó al líder democristiano Lothar de Maiziere, en Bonn se hacían evidentes las tensiones en la coalición gobernante sobre el camino a tomar ante la unión económica, monetaria y social que -parece ya, seguro- se firmará a mediados de mayo y se pondrá en práctica antes de finales de julio.El canciller federal, Helmut Kohl, cogido a contrapié por las filtraciones del plan del Bundesbank y la del proyecto de tratado entre las dos Alemanias, negó rotundamente que los alemanes occidentales vayan a tener que pagar la factura de la Unificación con una subida de impuestos. En su ciudad natal de Ludwigshafen, Kohl asistió al 125º aniversario de la empresa química Basf y aseguró que "a principios de mayo esta cuestión [la de la unión monetarial tiene que estar resuelta, incluido el cambio de la moneda".

Kohl, sin embargo, no aventuró una solución, ni indicó si el tratado entre las dos Alemanias en el que se decida este asunto se firmará antes de las temidas elecciones municipales de la RDA del 6 de mayo, que podrían volverse contra los partidos apadrinados por el canciller si sus votantes se sienten estafados.

Dos opiciones

Expertos econórnicos consultados por EL PAÍS indicaban ayer que son dos las opciones de que disponen los políticos gobernantes en Bonn. Mantener el poder adquisitivo de los alemanes orientales sin que esto signifique un aumento de los impuestos en la RFA puede hacerse, bien camblando la moneda a la par, lo que provocaría una espiral inflacionaria al obligar a una cinisión desproporcionada de moneda, o bien fijando el polémico cambio de dos por uno y paliando esta disminución del poder adquisitivo con toda clase de subvenciones y pagos directos del Estado, lo que, si se cumple la promesa de que no subirán los impuestos, sólo puede conseguirse con un endeud.amiento de la RFA.

KohI, sin embargo, se mostraba ayer mucho más optimista. "Nuestra excelente economía", dijo el canciller en su ciudad natal, "nos va a permitir absorber la financiación inicial, el seguro de desempleo, asegurar las pensiones y los trabajos de infraestructura en Alemania Oriental, sin obligarnos a subir los impuestos".

La sensación reinante en Bonn es que acabará imponiéndose el cambio de dos marcos de la RDA por uno de la RFA, si bien esta medida será compensada con una serie de compromisos laterales que afectarán a salarios y pensiones a fin de mantener el poder adquisitivo.