_
_
_
_
ARCO 90

El arte joven se adueña de la feria

Los activistas anti-SIDA abandonan el recinto

La mayoría de las galerías presentes en Arco se dedica al arte joven. Un arte que parece no haber conocido las fronteras académicas entre las disciplinas y para el que las categorías de pintura y escultura son como lenguas muertas. Tan sólo 48 horas después de que la inauguración de la feria se dedicase al SIDA, enfermos y activistas abandonaron ayer el recinto en protesta por el abandono de las huchas que recogían fondos y ante la imposibilidad de poder distribuir información.

En Arco, el vídeo se tiñe de pintura, las esculturas se esparcen por todos los terrenos y los desechos industriales se convierten en materiales nobles. Uno se encuentra con sorpresas a cada paso. Las esculturas que presenta Jaume Plensa (Carles Taché) son de gruesas placas de hierro y pesan varias toneladas. Pero la versatilidad de los medios y materiales ha llegado incluso al sonido. Zush, artista español creador de su propio Estado, ha grabado un elepé con el músico catalán Tres, titulado Evrugo Mental State. Y el galerista italiano Lucio Amelio ha editado Ma l'amore no, en el que canta algunas canciones populares napolitanas y el Bésame mucho. Un disco que dedica, como no, a uno de los profetas de esta filosofía artística, Joseph Beuys. Hay quienes presentan sus exposiciones de forma casi didáctica, como las monográficas dedicadas en esta feria a Picadia (Neuendorf), Meret Openheim (Levy) o Julio González (Galerie de France). El suizo Jan Krugier ha traído cerca de medio centenar de obras de Picasso, Gris, Miró y González, una colección que pertenece a la galería y que es tan valiosa que necesita cada noche un par de vigilantes jurado propios para cuidarla. Krugier se ha dedicado durante décadas a coleccionar estos pintores pero además cuenta con una pequeña mina para seguir consiguiendo las raras obras importantes de estos artistas: es representante de la herencia de Marina Picasso.Enfermos de SIDA y activistas abandonaron ayer el recinto de Arco ante la imposibilidad de ofrecer información al público, en ausencia de personal de la organización que lo hiciese, según informaron. El Comité Ciudadano Antisida de Madrid retiró las huchas que recogían fondos para una reunión internacional de enfermos y portadores tras dirigir una carta a la directora de la muestra, Rosina Gómez Baeza, en la que se expone que estas huchas -ocho discretas vitrinas de cristal distribuidas por diversos puntos que no parecían conocer las azafatas, quienes remitían al público a la caseta del Banco Atlántico, la entidad que las financió- "a 48 horas de la inauguración se han convertido en sucias, desordenadas e improvisadas papeleras". A los activistas se les impidió, el pasado jueves, repartir información.

Según Héctor Anabitarte, presidente del comité ciudadano, y varios activistas más, la dirección de Arco había ofrecido en principio "instalar varias casetas -no huchas- para informar a visitantes y galeristas y recaudar fondos" y había acordado después "tras negarse a que miembros del comité y del grupo Ciempiés de autoapoyo de enfermos y portadores repartieran información, el que turnos de ocho azafatas se encargasen de ello". Lo acordado, según la directora de Arco era que las azafatas -sólamente cinco- se debían de encargar "de que los puntos de información estuviesen en orden". "No queríamos tener una manifestación de enfermos", aseguró, "éste no es el lugar".

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_