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La realidad oculta

"De Burgos para abajo no nos llama nadie. Sólo nos movemos por Euskadi", dice Ángel Azcárraga, que, a través de su oficina, Matxitxa, en San Sebastián, representa a grupos como Delirium Tremens, Jotakie, M-ak, Tahúres Zurdos, O. K. Korral, Hertzainak, Potato y The Covers. "Generalmente son artistas que cantan rock en euskera, y les resulta muy difícil salir. Nadie en Euskadi ha hecho un planteamiento serio para dar a conocer su música en el resto de la Península. Hace falta una compañía de discos que apoye, porque mientras la promoción, la distribución y las actuaciones en directo no vayan juntas, la música que se hace aquí seguirá desconocida".Hertzainak es el grupo que más cobra: 600.000 pesetas por concierto. Los demás rondan las 350.000. "El margen es muy pequeño. En el mejor de los casos, cada músico gana 50.000 pesetas por gala". A pesar de estas limita ciones, el rock vasco ha conseguido tener vida propia. "Este año habremos progra mado 200 actuaciones para nuestros grupos. Aquí hay trabajo y cariño del público, aunque nos faIta promoción".

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Hacerse rico en verano

Muchos grupos de Euskadi pasan su temporada de invierno en Europa, aunque también en circunstancias especiales. "Los grupos actúan en centros culturales de Italia, Francia, Suiza y Alemania Occidental, que funcionan con muy buenos medios. No ganan dinero, son como vacaciones pagadas, pero se conoce a otras gentes que quieren saber cosas de Euskadi y que a menudo son más abertzales que nosotros. Grupos como Kortatu llenaron el Zenith en París con 7.000 personas, y las entradas para sus tres conciertos de Berlín se agotaron con 20 días de antelación. De esto no habla nadie".

Según Ángel Azcárraga, "este verano ha sido muy parecido al de los dos últimos años. El rock radical vasco llegó al límite, y hoy nadie pide tres grupos cualesquiera. Eligen nombres concretos, y, por ejemplo, Delirium Tremens han realizado 20 actuaciones en junio y julio. La infraestructura en Euskadi ha mejorado, gracias a que grupos ya desaparecidos, principalmente Itoiz, se han peleado desde hace nueve años para mejorar las condiciones técnicas de los espectáculos. Todos los músicos de ahora tienen mucho que agradecerles, porque han creado escuela y fueron pioneros".

Las últimas palabras de Azcárraga son de queja: "Es un descojono que a los de aquí no se les hace ni caso, pero si viene alguien de Madrid con contratos millonarios se les pone una alfombra si es necesario. Los ayuntamientos no les discuten sus exigencias, y a nostros nos regatean 25.000 pesetas. Nos gustaría ser tratados igual".

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