Hacerse rico en verano

No hay términos medios. La música en España se balancea entre los millones y la supiervivencia, y las giras de verano son la prueba de fuego. Mecano, que cobra más de 4,5 millones por actuación, ha sido el fenómeno de este año, con más de un millón de asistentes a sus 88 conciertos, mientras otros artistas apenas actúan una docena de veces. Muchos consideran que éste ha sido el año de los pinchazos, con los precios fuera de control y una oferta muy superior a la demanda. Aunque España presenta la mayor densidad de conciertos veraniegos de toda Europa, artistas minoritarios atraviesan grandes dificultades para continuar su carrera, mientras los ayuntamientos contratan a las estrellas a precios millonarios.

Todos coinciden en que éste ha sido el verano de Mecano. Según su representante, Rosa Lagarrigue, realizarán 88 conciertos, aproximadamente 1.114.000 personas habrán asistido a los recitales del trío madrileño cuando la tempórada haya finalizado, y añade: "Creo que es la mayor gira en la historia del pop español".Arropados por los 850.000 discos vendidos -50.000 de ellos en compacto- de su último trabajo, Descanso dominical, Mecano ha actuado sobre todo en campos de fútbol con aforo de 20.000 localidades. Su contratación comenzó en 3.400.000 pesetas, y ahora está en 4.500.000 pesetas más un porcentaje sobre los beneficios. El próximo año Mecano no hará gira.

Año de pinchazos

Respecto a la situación general de las giras veraniegas, Rosa Lagarrigue es muy crítica, "aunque cuando te acompaña el éxito todo es más fácil". "Los precios de las contrataciones se han disparado", continúa la representante, y la situación es poco real respecto a la demanda del mercado. Por esto, 1989 ha sido el año de los pinchazos. No hay empresarios de show business y los ayuntamientos contratan a los grupos que han triunfado con una sola canción, pero el público quiere conocer el repertorio completo y exige un buen directo". España es el país europeo que mueve a más artistas en gira veraniega a precios muy elevados "y este verano", afirma Lagarrigue, "será muy importante porque normalizará la situacion.

Los ayuntamientos van dejando paso a la iniciativa privada y el próximo año todos los representantes se lo pensarán dos veces antes de elevar el precio de las contrataciones de sus artistas".

El éxito de The Refrescos demuestra que sí hay público para grupos de una sola canción. Al grito de Vaya vaya, aquí no hay playa, The Refrescos han tenido 22 actuaciones en julio, 26 en agosto y durante el mes de septiembre tienen compromisos para casi todos los días en distintas ciudades españolas. Es su primer año de giras y se encuen tran cansados, asustados y en al gunos momentos, después de al guna actuación, se han visto ten tados de dejarlo todo y volver a casa. Según su representante, Eliodoro Fernández, el 97% de las galas de este verano han sido contratadas por empresarios privados y muy pocas por los ayun tamientos. "Supongo que esta gran cantidad de contratos se debe en parte a que The Refrescos no han subido mucho su caché. Sólo cobramos 850.000 pesetas cuando actuamos en discotecas. El éxito no se les ha subido a la cabeza y además, siendo el suyo un espectáculo muy divertido, no están preparados para dar dos horas de concierto porque no tienen un repertorio amplio".

"La verdad es que ellos no se sienten músicos, aunque ya tie nen disco de oro (50.000) y van para el de platino, y a veces han tenido que actuar ante un público de 40.000 personas. Nunca pensaron que podrían ganar tanto dinero así", dice Fernández.

Evohé es una oficina madrileña que representa a artistas más minoritarios. Javier Ruibal, Luis Pastor, Pablo Guerrero y Al Fondo hay Sitio, no apuestan por la canción del verano y sus actuaciones se resienten. "El que más ha trabajado ha sido Javier Ruibal, con ocho conciertos en agosto", afirma Carmen Peire, de Evohé. "Ha sido un verano claramente pop y es muy difícil programar otro tipo de actuaciones, a pesar de que tenemos que jugar a la baja en los precios. O se cambia la situación", continúa, "o muchos artistas interesantes no van a poder continuar, porque no hay infraestructura que permita actuar durante el invierno. Hay un factor moda muy importante, se han encarecido los costos y, al restringirse las contrataciones, los artistas minoritarios han entrado en crisis".

Fenómeno

La misma opinión mantiene José Luis Rupérez, representante de Miguel Ríos. "El fenómeno que hemos visto surgir en los últimos años se ha desbordado y ha llegado el momento de replantearlo. No me parece bien que el Ayuntamiento de Málaga, por ejemplo, se haya gastado 160 millones en los conciertos de George Michael, Duran Duran y Simply Red. Esto es parte del papanatismo extranjerizante que hay en este país, en el que se paga un millón de dólares a un artista extranjero en auditorios con capacidad para 60.000 personas, cuando en su país actúan en sitios para 8.000. La mayoría hemos sufrido este fenómeno, pero ya es hora de que los ayuntamientos sean más selectivos". Miguel Ríos ha ofrecido desde el mes de junio 25 conciertos con un promedio de 6.000 a 7.000 espectadores en cada uno. "De lo que se trata no es de ver quién llena un estadio, sino quién ofrece un espectáculo de calidad".