El Patrimonio Nacional sospecha que los cuadros desaparecidos no han salido del palacio Real

Una semana después de descubrirse la desaparición de dos cuadros de Velázquez y otro de Carreño de Miranda, valorados en 250 millones de pesetas, de una sala del palacio Real de Madrid cerrada al público, ni los responsables del Patrimonio Nacional ni la policía tienen pistas sobre el paradero de los lienzos ni sobre la firma en que se pudo realizar la sustracción. El personal de seguridad del Patrimonio Nacional busca exhaustivamente todos los días por las dependencias del palacio Real, ya que no se descarta que los cuadros hayan sido escondidos intencionadamente en ellas.

"Los de seguridad están muy pesados", "sospechan que los cuadros no ha salido del Palacio", "lo que no ocurra aquí...", son algunos de los comentarios del personal del Palacio Real, que viven días cargados de ansiedad desde que al mediodía del pasado lunes 14 de agosto, Juan Martínez, conservador responsable de la sala V del museo de pintura del Palacio Real anunciase la desaparición de dos cuadros de Velázquez y uno de Juan Carreño de Miranda.Los lienzos fueron vistos por última vez la mañana del viernes anterior. Ni aquella tarde ni durante el fin de semana ninguno de los vigilantes del Patrimonio Nacional que hacen la ronda diariamente por las salas del palacio notaron la ausencia de los cuadros. Tampoco el sistema automático de detección de intrusismo, único sistema de seguridad que custodia los tesoros artísticos del palacio y que advierte de la presencia de cualquier objeto o persona que penetre en ellas, registró señal alguna. Además, en ninguna de las puertas que dan acceso a la sala donde se cometió el delito se apreciaban señales de violencia.

Misterio

El misterio de la desaparición de los cuadros trae de cabeza a Remán Ledesma, subdirector general de Bienes Históricos del Patrimonio Nacional. Román Ledesma explica que "se han organizado equipos de búsqueda con personal del seguridad por todo el palacio, ya que existe la posibilidad de que no hayan sido robados". También la policía acude todos los días y ha interrogado al personal del palacio sin obtener por el momento resultados positivos. En este sentido, Román Ledesma señala que en delitos como éste "existe la experiencia de que sus autores cuenten con información interior o que hayan tenido una antigua relación con el Palacio". Avala esta hipótesis el hecho de la enorme extensión del Palacio Real y su laberíntica estructura exija conocerlo muy bien para no perderse.

La seguridad del Palacio real es responsabilidad de los vigilantes del Patrimonio Nacional y de una treintena de guardas jurados de la empresa Servimax S.A , del grupo Prosegur.

Además está el sistema electrónico de seguridad que mediante señales acústicas y visuales registra la zona en donde se encuentra el intruso. Román Ledesma señala que este sistema tiene inconvenientes ya que "detecta por Igual a una persona que a un ratón o un murciélago lo que puede provocar falsas alarmas", y añade que "el personal dedicado a seguridad es prácticamente igual en verano, cuando hay más turistas, que en invierno, pues según. las necesidades' se recurre a personal supletorio de empresas privadas". El Palacio Real está abierto al público todos los días, excepto en el caso de que se celebre un acto oficial.

La sala en la que estaban los cuadros desaparecidos es conocida como sala Velázquez., ya que en ella se encontraban siete lienzos del pintor sevillano. Sólo tiene acceso a ella el personal de la limpieza y los estudiosos del arte que obtengan un permiso especial del Patrimonio Nacional: Para ello deben presentar una solicitud y explicar su proyecto de investigación."Éstas visitas son breves y siempre son acompañados por un conservador del palacio y normalmente por un vigilante", dice Román Ledesma.