Bloch reconoce ante el FBI haber recibido "mucho dinero" de la Unión Soviética
Félix S. Bloch, el funcionario del Departamento de Estado norteamericano al que se acusa de espía, ha reconocido haber recibido "mucho dinero" por parte de la URSS, según informó ayer en exclusiva The New York Times. Bloch, que aún permanece en libertad, no hizo ningún otro comentario acerca de sus actividades. El diplomático confesó su relación con la URSS durante el primer interrogatorio a que fue sometido por el FBI.Bloch, que ha sido desposeído de su pasaporte y de sus credenciales diplomáticas, sigue aún en libertad, aunque el FBI ya se ha hecho cargo de su custodia y control y le protege donde vaya. El diplomático, número dos de la Embajada norteamericana en Viena entre 1983 y 1987, también confesó al FBI que había estado trabajando para la URSS durante muchos años. El hecho de que aún no haya sido detenido se debe a la falta de pruebas que demuestren su condición de espía.
[El ministro de Exteriores soviético, Edvard Shevardnadze, en unas declaraciones realizadas ayer en París, negó que el supuesto espía Bloch tenga alguna vinculación con su país, y retó a EE UU a presentar, pruebas en el caso, informa Reuter.]
Las actividades de Bloch fueron confirmadas durante un viaje del diplomático a París hace dos meses. A petición del FBI, agentes del espionaje francés siguieron sus pasos en aquella ciudad y le filmaron entregando un maletín a un conocido espía soviético, que posteriormente le alertó sobre la posibilidad de que le estuvieran controlando.
Expertos en contraespionaje aseguran que Bloch, de 54 años, fue reclutado como espía del Comité Estatal de Seguridad soviético (KGB) hace 15 años, durante su estanci a en Berlín entre 1970 y 1975, donde fue enviado por el Departamento de Estado.
Bloch que ha pasado unos días en Manhattan, en la casa de sus padres, regresó ayer de nuevo al domicilio de su hija, en el condado neoyorquino de Westchester. Su salida del apartamento de sus padres fue presenciada y registrada por decenas de fotógrafos y cámaras de televisión. Bloch iba a compañado por cuatro agentes federales y rehusó con una tímida sonrida hacer cualquier comentario.
Algunos de los compañeros de Bloch en el Departamento de Estado explican que una de las razones por las que el diplomático podía haber traicionado a EE UU es su desilusión por haber fracasado en todos sus intentos por ser embajador. Su último cargo fue el de director de una de las oficinas económicas del Departamento de Estado.
Las sospechas de que Bloch tuvo una vida paralela en Viena muy intensa y muy cara avalan la idea de que se convirtió en espía por cuestiones materiales. El FBI trata ahora de encontrar en Austria a una call girl con la que Bloch mantuvo, al parecer, una larga relación.
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