Cultura destina a Madrid el 53 % de sus inversiones, según un estudio encargado por la Generalitat

Un estudio del Centre d'Estudis de Planificació (CEP), encargado por el Departamento de Cultura de la Generalitat de Cataluña, acerca de la distribución territorial de las previsiones de inversiones reales del Ministerio de Cultura español, al que ha tenido acceso este diario, revela que dicho departamento gubernamental destina a Madrid más de la mitad de su presupuesto de inversiones reales. Por otro lado, según el citado estudio, las dos comunidades autónomas en las que la inversión real del Ministerio de Cultura es menor son Euskadi y Cataluña. El promedio anual resultante de los porcentajes de inversión en esta última comunidad autónoma entre 1983 y 1987 es del 0,96% (304 millones de pesetas), mientras que el mismo promedio para Madrid, durante el mismo período, es del 53% (19.571 millones). La inversión promedio para el resto de las 15 comunidades autónomas es del 46,2% (18.732).

El estudio analiza la distribución territorial para las previsiones de gastos del Ministerio de Cultura en inversiones reales; los diferentes servicios y organismos adscritos al ministerio y se cierra con un apartado de conclusiones.El CEP es un colectivo de economistas independientes, con sede en Barcelona, que ha realizado estudios sobre distintas áreas de gestión oficial, por encargo de diversas instituciones y colectivos políticos, económicos y gubernamentales.

El documento elaborado por el CEP, según su texto introductorio, "analiza únicamente el reparto por comunidades autónomas de la previsión de gasto en inversiones reales del Ministerio de Cultura y sus organismos autónomos. Se trata, pues, de una aproximación parcial". Excluye del cómputo, por ejemplo, las subvenciones. Este diario ha solicitado, infructuosamente, desde el pasado mes de mayo al Ministerio de Cultura las cifras sobre sus inversiones en capitales como Madrid, Barcelona y Sevilla.

Como advierte el estudio en sus conclusiones, "el examen de la localización de las inversiones reales no ofrece un conocimiento completo y suficiente de la cuestión, básicamente, porque el capítulo presupuestario relativo a inversiones reales representa aproximadamente sólo el 20% del total de gastos consolidados del Ministerio y sus organismos autónornos".

El estudio del CEP muestra que, en valores absolutos, la previsión de inversiones reales del Ministerio de Cultura localizada en Madrid crece casi un 35% en los últimos años, a un ritmo más alto que el crecimiento de las inversiones reales del propio nunisterio (capítulo VI), que es de un 25%. Paralelamente, dada la reducción creciente del porcentaje de inversiones territorializadas, se produce en ese período una extraordinaria reducción de la inversión realizada en el resto de comunidades autónomas.

Polémica

Otra aproximación es lade la inversión por habitante, resultante de dividir la inversión localizada en cada comunidad autónoma por su población. Esta aproximación realza aún más la importancia de las inversiones destinadas a Madrid. El índice por habitante correspondiente a la capital de España es siempre el más elevado de todas las comunidades autónomas, con la excepción del año 1986, en que Ceuta y Melilla reciben una cantidad por habitante superior.

La tercera parte del estudio de CEP analiza las inversiones de distintos servicios y organismos adscritos al Ministerio de Cultura. El análisis de la localización y la previsión de inversiones de estos organismos, considerados por el Ministerio como instituciones culturales de todo el Estado, permite constatar cómo la mayor parte de estos servicios localizan únicamente sus gastos en inversiones en Madrid. Sólo las direcciones generales de Bellas Artes y Archivos y del Libro y Bibliotecas destinan, hasta 1987, inversiones a la mayoría de las autonomías.

Las consideraciones finales afianzan las tendencias reseñadas El año 1983, el 40% de la inversión territorializada del Ministerio de Cultura se localiza en Madrid y este porcentaje se incrementa hasta el 80% en 1987. El informe apunta como explicación del desequilibrio la política de centralizar en Madrid las instituciones de proyección global española.

Las inversiones de Cultura en las comunidades con competencias exclusivas en Cultura han sido objeto de polémica, especialmente en Cataluña. La Generalitat rechaza las subvenciones finabstas o las inversiones que supongan la presencia del Ministerio en los órganos de las entidades beneficiarias y ha reclamado la gestión directa del dinero. Este rechazo político ha frenado, en el caso de Cataluña, intervenciones más decididas del Ministerio en propuestas concretas de proyección estatal, han destacado portavoces del mismo.