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Homenaje de lesbianas y 'gay' a las víctimas homosexuales del campo de Mauthausen

La Asociación Internacional de Lesbianas y Gay (ALGI) se propone rendir un homenaje a las víctimas homosexuales del campo de concentración de Mauthausen durante el transcurso del undécimo congreso de dicha asociación, que se inauguró el domingo 16, en Viena, en un ambiente de conciencia comunitaria militante.

El encuentro, que será clausurado el próximo sábado, día 22, reúne a 240 delegados de 60 organizaciones homosexuales de todos los continentes, incluidos países latinoamericanos y del bloque socialista. El 70% de los participantes son gay, y sólo el 30% lesbianas, cifra que en el caso de las mujeres aún es mínima, según los organizadores, pero que ha aumentado en relación con la de años anteriores.Por primera vez en la historia, las víctimas homosexuales del holocausto recibirán mañana un homenaje colectivo internacional, con una visita de todos los delegados de este congreso al campo de concentración de Mauthausen, en las cercanías de la ciudad industrial de Linz. Allí fue puesta, en 1984, una placa recordatoria del Triángulo Rosa por la comunidad gay austriaca.

También por primera vez en una reunión de esta naturaleza, la Organización Mundial de la Salud (OMS) envió al coordinador europeo para la lucha contra el SIDA, Hennig Mikke1sen, quien afirmó en la sesión plenaria de apertura que "la lucha contra el SIDA no podrá ser eficaz mientras siga existiendo la discriminación a los homosexuales'.

Anunció asimismo que existe el proyecto de borrar la homosexualidad de la lista de enfermedades en el ámbito internacional. Esperan que esto suceda en 1992; si no, "seguiremos siendo enfermos por varias décadas más", decía uno de los participantes. Entre los programas de ALGI está la intención de que Amnistía Internacional reconozca a los homosexuales como presos de conciencia, además de intensificar la campaña de vota rosa en las elecciones de la Comunidad Europea. Directivos de ALGI afirmaron que se están realizando gestiones para que esta organización sea aceptada en las Naciones Unidas como organismo no gubernamental.

Jordi Petit, uno de los cinco delegados españoles que asisten, ha presidido uno de los talleres de sexo-seguro, en el que se han distribuido, adheridos a un panfleto, condones de colores, con las advertencias y precauciones para evitar el contagio del SIDA.

Jean Claude Letist, belga residente en Colonia y presidente de ALGI, dijo a EL PAÍS que en el Congreso se ha discutido con preocupación la ascensión de la ultraderecha en Europa, que afecta "muy directamente a la comunidad gay". Manifestó además que la mayoría de los homosexuales no asumen su identidad y muchos están casados.

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