La Autónoma dispondrá del instrumento necesario para proseguir sus experimentos de fusión fría

El equipo de la universidad Autónoma de Madrid que anunció la pasada semana haber encontrado trazas de fusión fría contará para su experimento con el único espectrómetro de neutrones que existe en España. Las diferencias surgidas entre representantes de la universidad y del Centro para Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), propietario del aparato, se saldaron ayer con la decisión de trasladar el espectrómetro a la Autónoma. Por otra parte, la CE no tomará una decisión sobre la viabilidad de la fusión fría hasta octubre, según el director del programa europeo de fusión.

La utilización del único espectrómetro existente en España capaz de definir la energía que portan los neutrones supuestamente producidos en el experimento de fusión fría de la universidad Autónoma de Madrid produjo algunas tensiones ayer. Los responsables del Ciemat se resistían a sacar el aparato de las instalaciones del organismo, y el tema llegó hasta la secretaría de Estado de Universidades e Investigación. Finalmente, las razones expuestas por el director del experimento, Carlos Sánchez, prevalecieron y se alcanzó el acuerdo.Anteriormente, tanto José Ángel Azuara, director general del Ciemat como Agustín Grau, director del Instituto de Investigación Básica del Ciemat, habían dicho que en su opinión los experimentos se realizarían con más garantías de obtener resultados correctos en las instalaciones del Ciemat, aunque bajo la dirección de los físicos de los grupos interesados en la fusión fría, y habían expresado su voluntad de colaborar con todos ellos. Grau recordó que el Ciemat ha sido encargado de la coordinación técnica de los experimentos de fusión fría por la Secretaría General del Plan Nacional de Investigación e insistió en que el anuncio de resultados debería hacerse también de forma coordinada, y después de que hubieran sido debidamente corroborados.

Grau habló ayer con Carlos Sánchez y escuchó sus reparos a repetir el experimento en el Ciemat, donde se dispone de los aparatos necesarios para realizar las medidas imprescindibles para saber qué se está produciendo El temor a que la interrupción del experimento suponga la formación de óxidos que impidan su reanudación llevó a la decisión de trasladar el espectrómetro, imprescindible para calibrar los neutrones -descubrir la energía que poseen- al laboratorio de Sánchez.

La calibración del espectrómetro se realizará en el Ciemat, ya que es necesaria una fuente de neutrones (un aparato radiactivo que no se puede trasladar) y con él se trasladará un técnico para prestar ayuda instrumental.

Precisamente la dificultad de reproducir los experimentos es la plaga mayor de la fusión fría, según el director del programa europeo de fusión, Charles Maisonnier, que calificó, ayer en Madrid, de caos la situación actual "Muy pocos grupos afirman haber obtenido resultados positivos y estos son irreproducible". Sobre el experimento español Maisonnier afirmó no tener datos para poder formar una opinión "Por lo que sé el mayor flujo de neutrones se produjo durante la noche, cuando sólo había estudiantes. Seguramente los estudiantes españoles son muy inteligentes, pero son sólo estudiantes al fin y al cabo. Lo que hay que hacer ahora es intentar repetir el experimento para realizar los análisis y medidas por especialistas en neutrones. Quizá haya algo y quizá no".

Europa no tomará postura oficial sobre la fusión fría y sus posibilidades como fuente de energía hasta el próximo mes de octubre, anunció ayer Maisonnier. Maisonnier explicó que, al igual que en Estados Unidos, los técnicos habían prometido dar una respuesta a los políticos sobre la viabilidad de la fusión fría antes del verano, pero que la confusión todavía existente sobre el tema ha hecho necesario retrasar la toma de postura. "No soy escéptico, simplemente estoy perplejo", recalcó la máxima autoridad europea en fusión. "Estoy esperando activamente".

El programa europeo de fusión ha recurrido a uno de los tres grupos norteamericanos de prestigio que han obtenido resultados positivos en sus experimentos para que colaboren con la CE, aunque Maisonnier se negó a decir de qué grupo se trata.

Proyecto español

La presencia de Maisonnier y algunos de sus colaboradores ayer en España se debió a una reunión con los directivos del Ciemat para definir un proyecto español en fusión por confinamiento magnético. Se trata de un sterellator, máquina con ciertas posibilidades de sustituir a los tokamaks, ahora utilizados en la investigación de este tipo de fusión, que costará 4.500 millones de pesetas y que servirá para proseguir las investigaciones en este campo. La CE financiará parte del proyecto, si resulta aprobado, a través del programa europeo de fusión.Aunque todavía lejos de conseguir una producción neta de energía, la investigación europea en fusión ha hecho grandes progresos en los últimos 20 años, afirmó Maísonnier: "Hay un número obtenido por la multiplicación de tres factores -densidad del plasma, temperatura y tiempo- que debe tener un valor determinado para alcanzar la producción de energía. Hace 20 años faltaba un factor de 20.000 para alcanzar el mínimo. Hoy sólo faltan 15".

Sin embargo, Maisonnier recalcó que con el Joint European Thorus (el JET, el mayor tokamak del mundo, situado cerca de Oxford) sólo se han obtenido hasta la fecha 60 kilovatios de potencia (el equivalente a 20 lavadoras) aunque se espera llegar hasta los 10 megavatios.