Son malos todos los resultados
No es fácil pronosticar cuál será la decisión popular en el referéndum de hoy en Uruguay, pero sí se puede anticipar con certeza que, sea cual sea la opción ganadora, cualquier resultado dejará dividida a la sociedad.
Las paredes de Montevideo están tomadas casi en su totalidad por la propaganda verde, la opción favorable a "dejar sin efecto" la ley de caducidad. La, mayor capacidad de movilización de las fuerzas progresistas hizo que la presencia verde se manifestase de forma más palpable en las calles.
Una pintada mural resume perfectamente la situación de Uruguay ante el referéndum. La pared, cuidadosamente pintada con letras verdes, lanza la consigna: " 16 de abril, por la justicia". Una mano añadió con pintura negra la frase: "a los asesinos tupamaros".
La convocatoria del referéndum uruguayo es toda una reflexión y discusión nacional sobre el pasado reciente. Los argumentos de las dos opciones enfrentadas en éste tienen consistencia.
Los verdes reclaman la verdad y la justicia, la igualdad ante la ley y que no queden impunes los crímenes de una corporación social, las Fuerzas Armadas y la policía. Si triunfan los verdes, Uruguay se verá abocado a una crisis. A pesar de que se produzca un reclamo popular mayoritario, no parece probable que los militares vayan a aceptar someterse a la justicia ordinaria, si no lo hicieron cuando las primeras citaciones. Por aquellas fechas, diciembre de 1986, se aprobó la ley de caducidad, llamada popularmente de impunidad, y se salvó así la crisis institucional ante la amenaza de desobediencia militar a los poderes civiles.
Si triunfa el voto amarillo, partidario de mantener la ley de caducidad -es decir, la amnistía a militares y policías-, se habrá producido la situación de que, por primera vez, los verdugos de un país han quedado impunes y además con la absolución popular expresada en las urnas.
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