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Los jurados no dudaron

Los premios se concedieron en el transcurso de una cena celebrada anoche en el hotel Ritz a la que concurrieron numerosas personalidades de la vida cultura y política catalana, entre ellas el presidente del Parlamento catalán, Joaquim Xicoy, el conseller de Cultura de la Generalitat, Joan Guitart, el conseller de Enseñanza, Josep Laporte, y el coordinador de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, Ferran Mascarell. Asistieron los escritores Gonzalo Torrente Ballester, Juan José Saer (ganador de la anterior edición del Nadal) y Pere Gimferrer, entre otros.

A diferencia de lo sucedido en ediciones anteriores, los jurados de los tres galardones que se otorgaron anoche no encontraron dificultades para elegir un ganador. A pesar de la elevada participación de escritores (213 novelas) en el Nadal, el jurado apreció con relativa facilidad que una media docena de textos destacaban de un modo muy especial.

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Entre los cambios literarios más notables descubiertos en Nadal, el escritor Robert Saladrigas, miembro del jurado, señaló "la tendencia clara hacia la biografía, el costumbrismo y el intimismo", algo que supone una cierta rotura con la escritura de generaciones inmediatamente anteriores, más adscritas "al género histórico".

Se escribe mejor

La calidad formal de los textos finalistas, según Saladrigas, presentó un alto nivel, con lo que puede adelantarse "que las jóvenes generaciones escriben mucho mejor, que se preocupan por obtener un resultado narrativo alto, que buscan la explotación de la riqueza de la lengua castellana y el bien decir". Los escritores concursantes al Nadal 1989 se han esforzado por . reconstruir mundos literarios" más que por "reescribir historias" y, si a menudo los intentos son fallidos, sí sirven para abrir nuevas vías en la explotación de géneros literarios hasta el momento casi inexplorados en lengua castellana.

"La población literaria catalana da lo que da", comenta el profesor Joaquim Molas, secretario del jurado que otorga el premio Josep Pla, y no se han dado tampoco este año "cambios sustanciales notables". "Se ha dado, no obstante, una media aceptable con tres o cuatro obras que destacaron por su calidad desde el primer momento. Dar el premio, en esta ocasión, no ha sido en absoluto un acto forzado".

Miwi, con texto en castellano, ganadora del Apel.les Mestres es, en parte, representativo de las dominantes que definen la característica común de las obras finalistas. Daniel Giralt Miracle, miembro del jurado, explicó a este diario los rasgos diferenciadores respecto a la concurrencia de años anteriores: "Se da un contraste notable entre una más alta calidad del dibujo y un descenso de la exigencia en el texto que lo acompaña".

Ello se debe en parte, según Giralt Miracle, a una mayor dependencia de parte de los dibujantes e ilustradores hacia las nuevas técnicas de la ilustración y del dibujo electrónico.

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