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CITA EN NUEVA YORK

Gorbachov llega a Manhattan con 'nuevas ideas'

Francisco G. Basterra

Mijail Gorbachov, dejando atrás en la Unión Soviética una complicada situación económica y política, llegó poco antes de las tres de la tarde de ayer a Nueva York (nueve de la noche, hora peninsular) con "nuevas e interesantes ideas" para dar un impulso que desbloquee los principales conflictos internacionales. Gorbachov, abrigo y sombrero grises, no confirmó, al descender del avión de Aeroflot que le trajo desde Moscú, la información de Radio Holanda según la cual hoy anunciará una reducción unilateral del 30% de tropas del Pacto de Varsovia.

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Las tres grandes cadenas de televisión norteamericanas interrumpieron su programación para ofrecer en directo, desde el aeropuerto John F. Kennedy, el desembarco en la meca del capitalismo del líder soviético más revolucionario desde Lenin.El líder soviético saludó a "los miembros de las Naciones Unidas, al pueblo norteamericano y a todos los neoyorquinos" y se limitó a afirmar, al pie de la escalerilla, en el aeropuerto Kennedy, que la URSS proyecta ampliar su cooperación con todas las naciones.

"Vivimos en un mundo que está atravesando cambios cruciales. Compartiremos nuestras preocupaciones y nuestros intereses", dijo, refiriéndose a su esperado discurso de hoy ante las Naciones Unidas. Fuentes norteamericanas señalaron anoche que esperan un "gran gesto" de propaganda de Gorbachov anunciando recortes de las fuerzas del Este en Hungría y Checoslovaquia.

Gorbachov explicó también que su encuentro de hoy con Reagan y Bush tiene una agenda abierta. "Creo que el simple hecho de que se produzca es ya muy significativo". La bolsa de Nueva York subió ayer con fuerza, coincidiendo con la llegada del dirigente soviético.

Raisa Gorbachov, con un abrigo de astracán marrón, acompañaba a su marido que trae también en su séquito al ministro de Asuntos Exteriores, Edvard Shevarnadze, y al miembro del Politburó y su principal amigo y confidente político, Alexander Yakovlev.

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Sólo el jefe de protocolo de las Naciones Unidas, Aly Teymour, y el embajador norteamericano ante la ONU, Vernon Walters, esperaban a Gorbachov a su llegada en una soleada y limpia tarde neoyorquina. Los Gorbachov y su comitiva, de 45 limusinas colapsaron la entrada a la ciudad en la hora punta de salida del trabajo, con un viaje -con autopista cortada- de 26 kilómetros desde el aeropuerto hasta la misión soviética ante la ONU, en la calle 67 en Manhattan, donde se alojará Gorbachov. El dirigente de todas las Rusias no tenía prevista actividad pública ayer tarde, aunque por su tendencia a sorprender no se descartaba alguna salida a la calle similar a la realizada por Ronald Reagan, la pasada primavera, en su estancia en Moscú.

Esta mañana, Gorbachov expondrá sus ideas ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, en un discurso que ha concitado enorme expectación. Y acto seguido celebrará su quinto y último encuentro con Ronald Reagan en una pequeña isla del puerto de Nueva York. En el curso de un almuerzo que se prolongará durante dos horas, el dirigente del Kremlin tendrá ocasión, sobre todo, de medir al próximo presidente, George Bush, que asistirá a la reunión como vicepresidente de Estados Unidos. Su objetivo, según fuentes de su comitiva, es garantizar que no se detendrá el diálogo anudado con Reagan durante la transferencia de poder a su sucesor.

Los norteamericanos, preocupados porque el viaje de Gorbachov a las Naciones Unidas pueda convertirse en un nuevo golpe de propaganda de Moscú en una guerra en la que lleva la delantera, advirtieron ayer que se limitarán a escuchar y recibir las propuestas de Gorbachov. "Pero no nos sentimos obligados a ofrecer una respuesta inmediata. Estamos en un momento de transición, con una Administración que deja el poder y un nuevo presidente que aún no está en la Casa Blanca".

Una pronta 'cumbre'

Gorbachov aprovechará el foro de unas Naciones Unidas prestigiadas como nunca para decir a la comunidad mundial que es necesario un "nuevo impulso" para afrontar los problemas internacionales, según reveló ayer en Nueva York Georgi Arbatov, miembro del Comité Central. El líder soviético, añadió, utilizará el encuentro en la isla del Gobernador con los dirigentes norteamericanos para comprometer a Bush a una pronta cumbre el próximo año.

Pero el presidente electo, que ayer tuvo una reunión preparatoria con Reagan de la minicumbre de hoy, dijo que "se hablará de sustancia, pero no habrá compromisos".

El mensaje de Bush será que "las bases del diálogo ya están establecidas. No nos retiraremos, sino que continuaremos construyendo sobre ellas".

"Ya les he dicho a los soviéticos mi deseo de continuar trabajando juntos y realizar progresos. Pero no he concluido la formación de mi equipo de seguridad nacional y no habrá por mi parte ningún compromiso sobre propuestas concretas de reducción de armamento o de otra naturaleza", afirmó el presidente electo.

Seis mil seiscientos policías, a un coste de un millón de dólares (120 millones de pesetas), cuidarán de la seguridad de Gorbachov en los escasos tres días que pasará en la Nueva York.

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