Remedio a los perjuicios

El documento aprobado por el Parlamento canario sobre las adaptaciones del estatuto comunitario que debe negociar el Gobierno insiste en que el régimen adoptado es el correcto, por lo que no cabe plantearse la integración plena. Hace falta sólo poner remedio a los perjuicios que sufre Canarias desde el ingreso en la CE.El memorial de agravios enumera los fallos del estatuto actual: no se garantiza la libertad de comercio entre Canarias y la Península, la adhesión ha supuesto limitaciones en exportaciones tradicionales y distorsiones en sectores básicos de la economía, las ayudas de la CE son insuficientes, las condiciones de exportación para los productos originarios de Canarias han empeorado, los contingentes en el sector tabaquero estrangulan la supervivencia del sector y la aplicación de contingentes y precios de referencia causan perjuicios graves a la agricultura y la pesca.

Canarias no es ninguna potencia exportadora, como lo demuestra el hecho de que ninguna producción, con excepción del plátano, alcanza el 2% del total comunitario. "Aun así, recibe peor trato que países terceros como las islas Feroe y Marruecos en materia de pesca o que Israel en exportación de flores y plantas", afirma José Miguel Luengo, representante de la junta en Bruselas a través de la sociedad pública Promociones Exteriores de Canarias (Proexca). La Comunidad tiene, además, dos varas de medir, dice, porque obliga a desmantelar el arbitrio insular y permite tasas equivalentes como los octroi de mer a los departamentos de ultramar.

Amenaza sobre el plátano

Aparte está la amenaza que pende sobre el plátano, que con 450.000 toneladas anuales representa la mitad de la producción agraria del archipiélago y lo convierte en el séptimo productor mundial y primero comunitario.

Lo mismo que puede suceder con el plátano sobrevendrá a todas las producciones agrarias de Canarias. A efectos de exportación agrícola, Canarias es un país tercero, y cuando finalice el período transitorio en 1995, los productos canarios tendrán que pagar arancel para entrar en la Península, igual que ahora sucede con el resto de la CE. Los canarios tendrán entonces menos ventajas en España que los italianos, griegos y franceses, lo cual choca hasta con la Constitución.

"Es el resultado de la elección que hicieron", afirman fuentes de Exteriores, que no ocultan que la integración en la política agrícola común (PAC) resolvería gran parte de los problemas.

En la representación permanente en Bruselas se afirma que los agravios se pueden corregir. "Lo que es indefendible es solicitar, como hacen los canarios, libre acceso total para sus productos mientras exigen a cambio poner gravámenes a las importaciones de países comunitarios".

Fuentes de la Comisión Europea apuntan que es posible contemplar excepciones si se está dentro, pero no conceder todas las ventajas sin que se quieran asumir las obligaciones derivadas del derecho comunitario.