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La difícil reconversión de los cultivos

El poder del narcotráfico no sólo está carcomiendo las estructuras honestas de los sistemas policiales, de algunos sectores militares óde la misma sociedad boliviana, sino que lentamente va ampliando su control en la llamada economía informal."El plan económico del Gobierno puede subsistir gracias a la existencia de una gigantesca economía de la coca,,que no sólo nos permite sobrevivir a los productores sino que crea y multiplica fuentes de trabajo e ingreso para muchos de los castigados por el desempleo y los bajos salarios", dice un pronunciamiento de los productores de hoja de coca de Cochabamba (departamento en el que se encuentra El Chapare y otras zo nas productoras de hoja de coca), cuando exigían del Gobierno la ejecución de los pro metidos planes de desarrollo alternativo sobre la base de la sustitución parcial de las 130.000 hectáreas de cocales existentes en esa región.

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Bolivia y Estados Unidos convinieron en un plan de erradicación de los cocales ofreciendo 2.000 dólares por hectárea destruida y un posible crédito de otros 4.000 para sustituir cultivos. La medida, rechazada en principio por los campesinos, celosos de la soberanía boliviana y la injerencia de los imperialismos, fue finalmente aceptada.

La reduccíón de 1.000 hectáreas de coca hasta ahora ha significado la entrega a los campesinos de dos millones de dólares, pero, según reclaman, aún no se han ejecutado obras de infraestructura como dotación de agua potable, luz, postas sariltarías, escuelas y carreteras.

Los campesinos esperan que en un período de tres años, según el convenio firmado, el Gobierno destine más de 200 millones de dólares para la ejecución de los programas de reconversíón agrícola, reactívacíón -económica y desarrollo regional.

La ONU, entre tanto, desarrolla en la zona de Los Yungas, en La Paz, un interesante programa de sustitución de cultivos y desarrollo social, bajo la dirección del español Fernando Miranda de Larra y con un aporte italiano de 20 millones de dólares.

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